Psicología Económica y Crisis Financiera: Lecciones del Caso Lehman Brothers y Sesgos Cognitivos

La Psicología Económica y la Crisis Financiera: El Caso Lehman Brothers

En el ámbito de la psicología económica, emergen dos conceptos fundamentales: el desconocimiento generalizado de la población y la confianza depositada en las instituciones bancarias. Cuando un banco se encuentra en una situación de iliquidez, tradicionalmente recurre a otras entidades financieras, como bancos o cajas de ahorros, para obtener fondos.

Gracias a la globalización, el envío de dinero a nivel internacional se ha simplificado enormemente, permitiendo transferencias de grandes cantidades de un día para otro. Sin embargo, esta interconexión global también conlleva riesgos significativos. Las consecuencias de la globalización pueden manifestarse en la caída de países desarrollados, propagándose como una «metástasis» económica. Un ejemplo claro de esta consecuencia fue la caída de una barrera crucial para Lehman Brothers (LB): la imposibilidad de seguir solicitando dinero a otros bancos.

Las Hipotecas Subprime y la Economía Perversa

Las acciones de Lehman Brothers se centraron en las conocidas hipotecas subprime. Estas hipotecas eran de muy alto riesgo, y los bancos, incluyendo LB, sabían desde el primer momento que la probabilidad de recuperación era extremadamente baja. A pesar de este conocimiento, continuaron con estas prácticas debido a los sustanciales beneficios económicos que obtenían. Esta situación se describe como una economía perversa.

El «cáncer» de las hipotecas subprime, iniciado por LB, se extendió como una metástasis por el sistema financiero. Los bancos, conscientes de la insostenibilidad de estas operaciones, persistieron en ellas por el gran volumen de dinero que generaban. Este fue el punto de partida de una cadena de caídas en el sistema financiero global.

El Impacto en los Inversores y Pensionistas

Una segunda lección fundamental del caso Lehman Brothers, el más representativo del entorno organizativo de la crisis, es su impacto directo en muchos pensionistas y pequeños inversores, cuyas historias resonaron en las calles hace unos años. Lo que Lehman Brothers y otros bancos ofrecían eran «cajones» de posibles cantidades, denominados productos de inversión o fondos de inversión.

Pensionistas y personas con discapacidad, a menudo sin ningún conocimiento financiero, eran inducidos a firmar la compra de estos productos. Inicialmente, todo parecía ir bien, pero a partir de 2008, estos fondos comenzaron a perder valor drásticamente. Cuando los afectados intentaron reclamar su dinero, se encontraron con que lo que habían comprado por 10, ahora valía 4.

Hoy en día, la ingeniería financiera y la economía se mueven en gran medida a través de estos fondos de inversión, que pueden contener una amplia variedad de activos. Se lanzan productos al mercado bajo la suposición de que siempre ganarán valor, pero la realidad es que también pueden perderlo, como demostró el caso de las hipotecas de LB. Esto es, en esencia, una apuesta sobre el futuro, asumiendo rendimientos anuales específicos.

La combinación de hipotecas subprime y fondos de inversión de alto riesgo se ha convertido en un «cáncer» para la economía actual. Este esquema está diseñado para personas con grandes capitales que pueden diversificar sus inversiones, no para el ciudadano común de clase media que, al solo poder comprar una unidad, lo perdería todo si esta se hunde. Afortunadamente, la desregulación que permitió estas prácticas ha sido mitigada en parte por la intervención de jueces y tribunales de justicia, quienes han fallado a favor de las personas engañadas, obligando a los bancos a devolverles su dinero.

Economía Conductual: La Psicología Detrás de las Decisiones Económicas

La economía conductual es una disciplina muy potente que se sitúa en la intersección de la psicología organizativa y el estudio de la economía. Es, de hecho, el resultado de la confluencia de ambas ramas.

La Tesis Central de Kahneman y los Sesgos Cognitivos

El principio básico de la tesis central de Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía y psicólogo, en la economía conductual es el siguiente: el análisis económico tradicional, ya sea a nivel mundial, organizativo o macroeconómico, tiende a ser excesivamente «economicista». Sin embargo, existen otras variables cruciales que deben ser estudiadas para un análisis completo y preciso.

Estas variables son de doble naturaleza o vía:

  • Variables de corte individual: Se centran en el estudio del individuo y cómo toma sus decisiones económicas. Estas son decisiones personales, propias de cada uno de nosotros.

La aportación de Kahneman, desde la psicología, radica en el estudio de los procesos cognitivos que intervienen cuando tomamos decisiones económicas. Él demostró que, a menudo, cometemos errores y estamos sujetos a sesgos cognitivos que nos llevan a decisiones con resultados erróneos, distorsionando así la economía.

Un ejemplo relevante es la teoría de la atribución, que estudia cómo las personas atribuimos causas a nuestras propias conductas y a las de los demás. Kahneman aplica esto al ámbito económico, señalando que las personas no actuamos como científicos racionales al tomar decisiones, sino que nos guiamos por nuestros sesgos, errores y prejuicios. Estas equivocaciones tienen consecuencias económicas directas.

Kahneman denomina a estos sesgos heurísticos. Los heurísticos son atajos mentales que, aunque útiles en ciertas situaciones, carecen de evidencia empírica y pueden conducir a errores. Por ejemplo, un inversor que gana una vez en bolsa puede creer erróneamente que siempre ganará (sesgo heurístico de confianza). Otros ejemplos incluyen la confianza en que no nos engañarán o la tendencia a seguir lo que hace la mayoría (norma social).

Los heurísticos no son el proceso cognitivo en sí, sino las creencias o sesgos resultantes, generados por un proceso cognitivo o por experiencias pasadas o influencias sociales. Los heurísticos más conocidos de Kahneman incluyen:

  • Anclaje: Tendencia a depender demasiado de la primera información ofrecida.
  • Disponibilidad: Tendencia a sobrestimar la probabilidad de eventos que son fáciles de recordar.
  • Representatividad: Tendencia a juzgar la probabilidad de un evento basándose en qué tan similar es a un prototipo.

Estos heurísticos concuerdan con conceptos como la confianza personal, la norma social y la confianza en uno mismo. En resumen, estas variables individuales y sus sesgos alteran, afectan y modulan significativamente la economía.

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