¿Qué es el Diagnóstico en Proyectos de Inversión?
El diagnóstico implica el análisis, la interpretación y la medición de la situación actual, los factores que la explican y las tendencias a futuro. Es fundamental comprender que el diagnóstico no es simplemente una fotografía de la situación existente, sino un análisis de los procesos que generaron dicha situación y sus posibles evoluciones. Se fundamenta en información de fuentes primarias complementadas con información de fuentes secundarias, y constituye la base para la definición del proyecto.
Funciones del Diagnóstico
La función descriptiva se refiere a la presentación de datos sobre las variables importantes que moldean la realidad de una población en un área territorial específica. Permite conocer situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la descripción exacta de actividades, objetos, procesos y personas. En esencia, el diagnóstico debe contener una caracterización de la realidad en la cual se quiere intervenir. ¿Cuál es la situación actual?
La función explicativa se ocupa de definir el comportamiento de las variables que caracterizan un hecho o una razón. Pretende entender el porqué y el cómo de los sucesos que se están analizando. ¿Qué ha generado la situación actual?
La función prospectiva se refiere a determinar el comportamiento futuro que tendrían las variables analizadas. Sobre la base de las tendencias de las causas que determinaron la situación actual, se construyen escenarios hacia el futuro. ¿Cómo evolucionará a futuro?
Fuentes de Información para el Diagnóstico
Información Primaria
La información de fuente primaria es aquella que se genera durante el proceso de elaboración del estudio de preinversión. Se obtiene directamente a través del trabajo de campo mediante diversos instrumentos como:
- Encuestas, entrevistas, talleres, grupos focales, conteo de viviendas.
- Estudios de suelos, topografía, hidrología, hidrogeología, batimetría, geología y otros estudios especializados que sean necesarios o estén normados.
Para su elaboración se requiere la contratación de servicios especializados, cuyos términos de referencia (TdR) deben articularse con los TdR y/o el plan de trabajo del propio estudio de preinversión.
Información Secundaria
La información de fuente secundaria es, en cambio, aquella que ya está disponible en documentos y publicaciones, entre otros, como:
- Censos de población y de vivienda, Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), estudios especializados realizados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
- Documentación de proveedores (catálogos), documentos de trabajo, revistas técnicas, informes técnicos, libros técnicos especializados, nacionales o internacionales.
- Planes nacionales, sectoriales, regionales y locales.
- Normas nacionales sectoriales.
Ejes de Análisis del Diagnóstico
En este contexto, se plantea el análisis considerando tres ejes principales:
- El área de estudio y el área de influencia.
- La Unidad Productora (UP).
- Los involucrados.
El área de estudio comprende el espacio en el cual se ubica la población afectada por el problema, la UP (si existe) y el lugar en el que se desarrollaría el Proyecto de Inversión Pública (PIP) considerando sus distintas alternativas. Delimita el ámbito donde se analizan las variables relevantes para definir el diseño del proyecto. En el área de influencia se ubican los afectados por el problema que, de solucionarse, serían los beneficiarios del proyecto.
El diagnóstico de la UP se realiza siempre y cuando ya esté funcionando una. Debe permitir identificar las capacidades y las restricciones para proveer el servicio.
El enfoque de gestión del riesgo en un contexto de cambio climático se incorpora en el proceso de elaboración del diagnóstico. En el área de estudio se analizan los peligros. En el diagnóstico de la UP, si existe, se analiza el riesgo de esta.
Diagnóstico de Involucrados en el PIP
El diagnóstico de involucrados es un eje muy importante para el planteamiento del proyecto y su éxito. Identificar a los involucrados clave, analizar cómo perciben el problema, cuáles son sus expectativas e intereses, su disposición o sus posibilidades de participar en cualquiera de las fases del Ciclo del Proyecto permitirá definir apropiadamente el problema a resolver y asegurar que el diseño del proyecto sea acorde con sus intereses, entre otros aspectos. En este diagnóstico se incluye a los grupos de población y las entidades que se vinculan con el proyecto durante todo el ciclo, evaluando también sus condiciones de riesgo.
Horizonte de Evaluación de un PIP
El horizonte de evaluación de un PIP se refiere al periodo para el cual se elaboran los flujos de beneficios y costos del proyecto, con el fin de evaluar su rentabilidad social y determinar si el proyecto es conveniente o no para la sociedad. Este periodo comprende la fase de inversión y la fase de postinversión. Definir este horizonte es necesario para las proyecciones de la demanda y de la oferta, y para la estimación de los costos y los beneficios. No siempre es igual al periodo de vida útil del proyecto.
Para definir este horizonte de evaluación debes considerar los distintos elementos que condicionan su extensión, como:
- El periodo de ejecución del proyecto.
- La vida útil de los activos principales.
- La obsolescencia tecnológica esperada en los activos que se van a adquirir.
- La incertidumbre sobre el tiempo que durará la demanda por el bien o el servicio a proveer.
Análisis de Demanda, Oferta y Brecha
Para el análisis de la demanda y de la oferta, lo primero que se debe hacer es definir el(los) bien(es) o el(los) servicio(s) que se ofrecerá(n) en la fase de postinversión.
Definiciones Clave
Demanda: Es la necesidad de bienes o servicios de la población del área de influencia, en un tiempo determinado, la cual se mide en términos de cantidad y calidad. La población demandante se expresa en el número de usuarios, mientras que la demanda se mide en cantidad de servicios.
Oferta: Se define como la capacidad de producción de un bien o un servicio que cumpla con los estándares establecidos (de cantidad y calidad). Esta dependerá de la capacidad de los recursos o los factores de producción de los que disponga la UP; por eso se recomienda que el diagnóstico de esta considere la información necesaria para estimar la capacidad de cada factor o recurso.
Brecha Oferta-Demanda: Se determina a partir de la comparación entre la demanda sin proyecto (o con proyecto, si fuera el caso) y la oferta sin proyecto (u oferta optimizada, si fuese factible tal optimización). La brecha es el primer referente para la definición de la dimensión del proyecto.
Del Problema a las Alternativas de Solución
Identificación del Problema, Causas y Efectos
El problema que se resolverá con el PIP estará relacionado con el acceso a servicios públicos, por lo que se plantea sobre la base del diagnóstico de los involucrados. Si el problema se expresa como la negación a una solución, se corre el riesgo de dejar de evaluar otras alternativas.
La identificación de las causas del problema se basa en el diagnóstico de la UP (cuando existe) y/o el diagnóstico de la población afectada. Dentro de las causas puedes encontrar algunas asociadas a los riesgos para la UP en un contexto de cambio climático. Una correcta identificación de las causas facilitará el planteamiento de las acciones que permitirán solucionar el problema central.
Los efectos del problema se identifican sobre la base del diagnóstico de los involucrados; dentro de estos puedes encontrar algunos asociados a los riesgos para la UP y a los impactos ambientales negativos que esta genera. Una correcta identificación de los efectos facilitará el planteamiento de los cambios esperados con la ejecución del proyecto y, por consiguiente, de los beneficios esperados.
Las causas y los efectos deben sustentarse en evidencias, que pueden ser indicadores cualitativos o cuantitativos, o fotografías provenientes del diagnóstico.
El Árbol de Problema, Causas y Efectos es un esquema que sistematiza el análisis y facilita el ordenamiento lógico-causal.
Planteamiento del Proyecto: Objetivos, Medios y Fines
Plantear el proyecto implica definir el objetivo central, los medios para alcanzar dicho objetivo y los fines o consecuencias positivas que se espera lograr con el PIP.
El Árbol de Medios y Fines es el resultado de transformar el árbol de causas y efectos, modificando la situación negativa a una situación deseada.
Se deben identificar todas las acciones factibles de realizar que permitan concretar los medios fundamentales; entre estas se pueden encontrar medidas de reducción del riesgo.
La definición de alternativas de solución se basa en la identificación y el análisis de la interrelación de las acciones. Las acciones mutuamente excluyentes son las que definen las alternativas.
Proyecciones y Análisis Técnico
Al proyectar la oferta y la demanda en la situación sin proyecto se deben analizar los factores que pueden ser sensibles a cambios del entorno (clima, demografía o economía, entre otros).
Puede estimarse la demanda en la situación con proyecto siempre y cuando este genere cambios en el comportamiento de la población demandante, sea en la cantidad o en los ratios de concentración o de uso del servicio.
Siempre es necesario analizar las posibilidades de optimizar la oferta, porque así se pueden ahorrar recursos.
La brecha se determina comparando la demanda efectiva con la oferta, sea esta la oferta en la situación sin proyecto o la oferta optimizada. No es correcto efectuar el balance utilizando la oferta «con proyecto», pues esta ya cubriría la demanda total y el resultado sería que no existe déficit.
Estimación de Costos del Proyecto
Para estimar los costos es necesario conocer qué recursos, y en qué cantidad, se necesitarán para llevar a cabo las acciones. Esto depende además de la brecha a atender, de la localización, el tamaño y la tecnología; de allí la importancia del análisis técnico.
Aun cuando se trate de un estudio a nivel de perfil, si con él se sustentará la declaración de viabilidad del proyecto, se debe tener la menor incertidumbre posible sobre los costos. Esto no se logrará si se trabaja solo con fuentes secundarias de información.
Una buena estimación de los costos de inversión dependerá del rigor con el que indaguemos sobre las metas, los recursos y los costos por unidad de medida.
Los costos de cada una de las alternativas técnicas y de solución deben calcularse a precios de mercado. Se deberán desagregar los costos de manera que se puedan aplicar posteriormente los factores de corrección para estimar los costos sociales.
Se estimarán los costos incrementales de operación y mantenimiento, siempre y cuando ya se esté prestando el servicio o produciendo el bien y, por consiguiente, incurriendo en costos, con independencia de la ejecución del proyecto.
Dentro de los costos de inversión, operación y mantenimiento se deben precisar los correspondientes a las medidas de reducción del riesgo y mitigación de impactos ambientales, si los hubiese.