Comercio Internacional y Ventaja Comparativa
Las Causas de la Ventaja Comparativa
- Diferencias Climáticas: El clima es fundamental en la obtención de determinados productos. Por ejemplo, los países tropicales reúnen unas condiciones naturales que permiten producir café y azúcar mucho más baratos que en otros lugares, donde sería necesario el uso de invernaderos y otros medios artificiales para mantener el calor y la humedad que requieren esos cultivos. Por su parte, los países con un clima templado reúnen las mejores condiciones para cultivar trigo o maíz. Y los países con sol y playa cuentan con los recursos más adecuados para el turismo.
- Diferencias en la Dotación de Factores: Los factores productivos son distintos en cada país. Canadá o Brasil son grandes exportadores de productos forestales (maderas y derivados, como pasta y papel) debido a que la extensión de sus bosques es muy superior a la de otros países. Arabia Saudí exporta petróleo porque tiene grandes reservas.
Los países se especializan en aquellos bienes y servicios que se producen utilizando los factores más abundantes en su territorio. Así, un país que disponga de mucho capital optará por industrias que requieren gran inversión, como la robótica, y un país con abundante mano de obra elegirá industrias intensivas en trabajo, como la fabricación de ropa en países como China. - Diferencias en la Tecnología: Desde hace décadas, Japón es uno de los mayores exportadores de automóviles. Su ventaja comparativa se debe fundamentalmente a que los fabricantes japoneses desarrollaron técnicas de producción de vehículos superiores a las de sus competidores europeos o norteamericanos.
Otras Claves del Comercio Internacional en la Actualidad
- La División entre Países Ricos y Pobres: La actual estructura económica internacional se divide entre dos tipos de países:
- Por una parte, los industrializados y más ricos, especializados en productos de alto valor tecnológico, son los que exportan las mercancías más valiosas y obtienen mayores beneficios.
- Por otra, los países más pobres, especializados en productos del sector primario, exportan fundamentalmente materias primas o productos de escaso valor añadido, lo que les proporciona ingresos limitados.
- El Protagonismo de las Empresas Multinacionales: Las multinacionales son empresas que, aunque tengan su sede en su país de origen, producen y venden en mercados cada vez más amplios y globales, beneficiándose de importantes economías de escala.
El Valor de la Moneda y los Tipos de Cambio
¿De Qué Depende el Valor de una Moneda?
- El Crecimiento y Poder Económico del País: El valor de una moneda puede variar en función de la percepción mundial de la economía del país que la emite. Si es de fortaleza, el valor de la moneda aumenta; si es de debilidad, disminuye. Esta percepción se basa en las expectativas de crecimiento económico, la estabilidad política y financiera, entre otros factores.
- Los Tipos de Interés: Los inversores internacionales buscan la mejor rentabilidad. Si un país ofrece tipos de interés más altos que otros, los bonos del Gobierno y las oportunidades de inversión presentan un rendimiento superior. Los inversores se verán atraídos, lo que aumentará la demanda y el valor de la moneda nacional. Si los tipos de interés son bajos, ocurrirá lo contrario.
Sistemas de Tipos de Cambio
Tipos de Cambio Flexibles
En este sistema, el valor de la moneda sube o baja según la oferta y la demanda, como si fuera un producto más. Si mucha gente quiere una moneda, su valor sube; si nadie la quiere, su valor baja. El problema es que el valor de la moneda fluctúa considerablemente, lo que puede causar problemas a las empresas que comercian con otros países. También puede dar lugar a especulación, es decir, a la compra y venta de monedas con el único fin de obtener ganancias.
Para evitar cambios bruscos, a veces el banco central interviene. Por ejemplo, si la moneda sube demasiado, vende moneda para bajar su valor; si baja mucho, la compra para subirlo. A esto se le denomina flotación sucia.
Tipos de Cambio Fijos
En este sistema, el país decide que su moneda siempre mantendrá un valor fijo respecto a otra moneda fuerte, como el dólar. Para mantener ese valor, el banco central compra o vende moneda según sea necesario.
Si el país no puede mantener ese valor fijo, debe ajustarlo.
Si lo baja, se denomina devaluación. Si lo sube, se denomina revaluación.
Tipos de Cambio Semifijos o Ajustables
Este sistema mezcla los dos anteriores. Se permite que la moneda fluctúe, pero solo dentro de unos límites preestablecidos. Si el valor se mantiene dentro de ese margen, no hay intervención. Sin embargo, si sube o baja demasiado, el banco central interviene para corregirlo.
Inversiones y Productos Financieros
Los Productos de Inversión
- Los Bonos: Cuando las empresas o el sector público necesitan financiación, dividen el capital requerido en pequeñas cantidades iguales y emiten títulos por ese valor. Estos títulos se denominan bonos y representan cada una de las partes iguales en las que se divide un préstamo. Quienes compran bonos prestan su dinero a las empresas o al sector público durante un tiempo determinado y, a cambio, reciben intereses periódicamente. Los bonos a largo plazo son más arriesgados (debido al mayor tiempo para recuperar el capital), pero ofrecen una mayor rentabilidad. Los bonos de empresas tienen una rentabilidad superior porque conllevan un mayor riesgo al carecer de la garantía del Estado.
- Las Acciones: Representan cada una de las partes iguales en las que se divide el capital de una sociedad anónima. El inversor que compra acciones de una empresa se convierte en socio propietario y obtiene rendimientos de dos formas: participando en los beneficios (dividendos) y vendiendo las acciones por un precio superior al de compra. Dado que los beneficios varían cada año, las acciones son títulos de renta variable.
- Los Fondos de Inversión: Reúnen el dinero de muchos ahorradores para invertirlo en una «cesta de productos» o cartera diversificada. La sociedad gestora del fondo es la que elige la combinación de esos productos, ya sean acciones de empresas nacionales o internacionales, bonos del país o de otros países, etc. Las combinaciones van desde fondos muy seguros (renta fija) hasta muy arriesgados (renta variable) o mixtos. Su principal ventaja es permitir al pequeño ahorrador diversificar el riesgo: «no apostar todo a una carta». Es más arriesgado comprar un único tipo de acciones o bonos que una cartera diversificada de acciones y bonos en la que solo hay una pequeña participación de cada producto.
- Los Fondos de Pensiones: Están concebidos para acumular ahorro con el objetivo de complementar la pensión de jubilación. Su funcionamiento es similar al de los fondos de inversión. Cuando llega el momento de la jubilación, el beneficiario dispone del dinero que aportó, más los rendimientos obtenidos por el fondo.
Las Claves de una Inversión
Con una inversión, esperamos obtener una rentabilidad mayor que con un depósito a plazo, pero también existe la posibilidad de perder capital. Al invertir, debemos considerar:
- La Rentabilidad o Rendimiento de la Inversión: Cuando una persona invierte en un producto financiero, está prestando o arriesgando su dinero, por lo que, a cambio, exigirá una recompensa o rentabilidad. Cuando el rendimiento es conocido a priori, se trata de un título de renta fija (como los bonos). Si el rendimiento depende de los resultados de la empresa, el título es de renta variable.
- El Riesgo o Probabilidad de Tener Pérdidas: El riesgo o probabilidad de incurrir en pérdidas sobre el capital invertido. El riesgo depende de la solvencia del emisor para devolver la deuda a su vencimiento (bonos), o de la incertidumbre en los resultados empresariales (acciones). Por tanto, cuanto mayor sea la seguridad de recuperar la cantidad invertida, menor será el riesgo. Así, invertir en bonos del Estado conlleva menos riesgo que comprar un bono de una empresa privada.
- La Liquidez de la Inversión: Depende de la mayor o menor facilidad para recuperar el dinero invertido sin incurrir en pérdidas. Una inversión será más líquida cuanto más fácil y rápido sea transformarla en dinero (mediante su venta). Por ejemplo, un bono del Estado no es tan líquido como una cuenta corriente (para recuperar el dinero del bono hay que esperar a su vencimiento; en una cuenta, disponemos del dinero cuando queramos).
Servicios Bancarios y Mercado Bursátil
Las Entidades Bancarias Ofrecen:
- Cuentas Bancarias
- Para guardar dinero, domiciliar recibos o cobrar la nómina. Ejemplo: cuenta corriente o cuenta de ahorro.
- Préstamos y Créditos
- Dinero que el banco presta y que se devuelve con intereses. Ejemplo: préstamo para comprar un coche.
- Tarjetas
- De débito o crédito para pagar compras.
- Inversiones
- Como fondos de inversión, planes de pensiones, etc.
- Cambio de Divisas
- Cambiar euros por dólares, por ejemplo.
Conceptos Clave del Mercado Bursátil
¿Todas las acciones han subido?
No necesariamente. El Ibex 35 es un promedio de las 35 empresas más importantes de España. Puede subir aunque algunas bajen, si las que suben tienen más peso.
¿Qué representa un índice bursátil?
Es un indicador que muestra cómo se comportan un grupo de acciones representativas de una economía. Ejemplo: el Ibex 35 representa la evolución de las 35 principales empresas de la Bolsa española.
¿Las bajadas y subidas de la bolsa se interpretan como un anticipo del futuro económico? ¿Por qué?
Sí, porque reflejan las expectativas de los inversores sobre cómo evolucionará la economía. Si sube, se espera crecimiento y beneficios; si baja, se teme una crisis o problemas económicos.
Tipos de Tarjetas Bancarias
La tarjeta de débito está directamente conectada a tu cuenta bancaria. Cuando la utilizas para pagar o retirar dinero, este se descuenta al instante de tu cuenta. Solo puedes gastar el dinero que ya tienes. Es una forma segura de controlar tus gastos y evitar deudas. Por ejemplo, si tienes 100 euros y pagas 30 con la tarjeta, te quedan 70 euros.
La tarjeta de crédito, en cambio, te permite realizar compras aunque no dispongas del dinero en tu cuenta en ese momento. Es el banco quien te presta ese dinero, y tú se lo devuelves posteriormente. Existen dos formas de pagar lo que has gastado con una tarjeta de crédito:
- Pago Total: Devuelves todo el dinero a final de mes. En este caso, normalmente no se cobran intereses.
- Pago Aplazado: Devuelves el dinero poco a poco en varios meses. Esta opción puede parecer cómoda, pero el banco suele cobrar intereses, por lo que al final pagas más.