El Sector Terciario: Servicios y Terciarización Económica
El sector terciario no produce bienes materiales, sino que presta servicios a la población. Para clasificar las actividades del sector terciario, podemos utilizar dos criterios principales:
Clasificación de los Servicios
Según el Prestador y la Forma de Pago
- Servicios Públicos: Son los que presta el Estado. Los ciudadanos pagan por ellos a través de impuestos y cotizaciones. Su objetivo principal es el bienestar y la seguridad de la sociedad.
- Servicios de Mercado: Son los que prestan las empresas a cambio de dinero, y su objetivo es obtener beneficios.
Ambos tipos de servicios, públicos y de mercado, son necesarios y se complementan. Las empresas suelen ser la forma de organizar la prestación de servicios. El Estado vela por el bienestar social que produce y por la relación entre el coste de la prestación del servicio y la satisfacción de una necesidad social. Por ello, la prestación de servicios por parte del Estado no responde solo a criterios de rentabilidad, permitiendo a las personas acceder a servicios aunque no dispongan de recursos económicos para pagarlos.
Según la Actividad Realizada
- Servicios a Empresas: Se orientan a ahorrar costes, ayudar en su funcionamiento y mejorar su eficacia productiva. Suelen ser servicios de mercado, e incluyen, por ejemplo, los servicios financieros que presta la banca o las asesorías.
- Servicios de Distribución: Su función es acercar la producción al consumidor. Entre ellos podemos citar el transporte, el comercio y las comunicaciones.
- Servicios Sociales: Son los que se prestan a las personas y se orientan a mejorar su bienestar y seguridad, como por ejemplo los servicios sanitarios o educativos.
- Servicios Privados a Individuos: Se trata de prestaciones que el ciudadano solicita de forma individual y privada. Engloban una gran diversidad, pues incluyen todas las actividades que una persona puede estar dispuesta a pagar, como las relacionadas con el ocio y el turismo.
La Terciarización de la Economía
Todas las economías están experimentando un proceso de terciarización, que consiste en un aumento importante de la población ocupada que se dedica al sector terciario. En España, el sector servicios aporta un 75% al PIB y emplea al 76% de la población ocupada. Este proceso ha sido progresivo. La crisis económica de 2007 afectó algo menos al sector terciario que al resto de la economía, por lo que su peso se ha incrementado.
Causas del Proceso de Terciarización
- Aumento de las Rentas: Los ciudadanos y las empresas pueden pagar más impuestos, con los que se financian los servicios públicos incluidos en el Estado del Bienestar. Cuanto más avanzada, rica y democrática es una sociedad, mayor es la demanda de servicios públicos y de mayor calidad. Los ciudadanos dedican menos tiempo al trabajo y más al ocio, lo que se produce por la reducción de la jornada laboral y porque otras personas o empresas realizan trabajos o actividades que antes hacían ellos. Con el aumento de la renta, se observa que el porcentaje del gasto que las personas dedican a la adquisición de productos básicos disminuye.
- Incorporación Masiva de la Mujer al Mundo Laboral: Ha supuesto que actividades domésticas o relacionadas con el cuidado de hijos y familiares pasen a ser encargadas a otras personas.
- Globalización Económica: Ha supuesto un aumento del comercio mayor que el de la producción. Esto explica el crecimiento, en términos económicos y de empleo, de los servicios de distribución y de todos aquellos relacionados con el mercado.
- Nuevas Formas de Organización Empresarial: Las empresas han externalizado actividades que antes realizaban internamente, encargándoselas a otras empresas. Los fenómenos de deslocalización de actividades productivas exigen tareas muy complejas de coordinación, control y gestión.
Los servicios son un sector económico en el que la mano de obra es muy importante y resulta difícil sustituir trabajadores por máquinas. Un claro ejemplo son los servicios personales y los servicios sociales; muchas actividades terciarias son intensivas en mano de obra.
Introducción al Comercio Exterior
El comercio es la actividad económica que consiste en el intercambio de bienes y servicios por dinero entre un agente económico que actúa como vendedor y otro como comprador. Según el ámbito territorial, puede ser:
- Comercio Interior: Se realiza entre agentes económicos que se encuentran presentes en el mismo país.
- Comercio Exterior: Los intercambios se producen entre agentes económicos que tienen su residencia legal en diferentes países.
Globalización y Comercio Internacional
La globalización económica es un proceso de progresiva liberalización de los mercados de bienes y servicios. Esto ha repercutido en el comercio exterior, que se ha incrementado de manera extraordinaria, y en un aumento de la competencia entre empresas por conseguir mercados cada vez más amplios, lo que ha favorecido los procesos de deslocalización y externalización de actividades productivas.
La Balanza de Pagos
El comercio exterior se mide a partir de las importaciones (compras realizadas a empresas, instituciones o particulares de otro país) y las exportaciones (ventas a otros países). Para analizar la situación comercial de los países, se utiliza la balanza de pagos, un documento contable en el que se registran todas las transacciones o negocios de contenido real y financiero que se producen entre los residentes del país en el que se elabora y los residentes de los demás países.
La balanza de pagos se compone a su vez de:
- Balanza por Cuenta Corriente: Se subdivide en cuatro balanzas básicas:
- Balanza de Mercancías o Comercial.
- Balanza de Servicios.
- Balanza de Rentas (incluye las obtenidas o pagadas por el trabajo o por la inversión).
- Balanza de Transferencias Corrientes (recoge los movimientos de dinero entre los residentes del país y los residentes de otro).
- Cuenta de Capital: Recoge los ingresos y pagos con el exterior que se producen como consecuencia de las transferencias de capital y la compraventa de activos no producidos (son transferencias de bienes de capital o de dinero destinado a formarlo).
- Balanza por Cuenta Financiera: Anota las entradas de capital procedentes de otros países y la salida de capital al resto del mundo.
La balanza de pagos de un país puede presentar tres situaciones:
- Equilibrio: Cuando el valor de las exportaciones es igual al de las importaciones.
- Déficit: Cuando el saldo resultante de restar las importaciones y las exportaciones es negativo, lo que supone que el país debe dinero a otros países (deuda externa).
- Superávit: Cuando el saldo en el balance de negocios con otros países es positivo, lo que significa que al país le deben dinero otros países.
El Comercio Exterior en España
España en el Mercado Mundial
En 1960, España era el país más cerrado de Europa. En la actualidad, es un país con una economía abierta, miembro de la Unión Europea desde 1986 y de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las exportaciones de mercancías y servicios aportan más del 32% al PIB.
El comercio exterior de mercancías está concentrado en pocos países. Los cinco primeros exportadores mundiales son China, Estados Unidos, Alemania, Japón y Países Bajos, que realizan el 36% de las exportaciones mundiales; solo China y Estados Unidos llevan a cabo el 21%. En las importaciones, estos dos países realizan el 22,9% de todas las importaciones mundiales, y los cinco primeros son los mismos que los mayores exportadores, sustituyendo a Países Bajos por Reino Unido, quienes realizan el 37,2%. El comercio de servicios se encuentra igualmente concentrado, con porcentajes muy similares a los de mercancías. La OMC considera a España el decimoctavo exportador mundial, con el 1,7% del total de las exportaciones, y el decimosexto importador, con el 1,9% del total.
Principales Socios Comerciales de España
Más de la mitad de las importaciones españolas proceden de Europa. Nuestros principales proveedores son Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Reino Unido. De China recibimos el 7,2% y de Estados Unidos el 4%. Nuestros principales abastecedores de fuentes de energía son Rusia, Argelia, Nigeria, Arabia Saudí y México.
Con las exportaciones españolas ocurre algo similar: dos terceras partes de ellas tienen como destino Europa, que recibe el 68% de todos los bienes y servicios que exportamos. Nuestros principales clientes son Francia, Alemania, Portugal, Italia y Reino Unido. Fuera del continente, tenemos a EE. UU., Marruecos y China. España es un país muy integrado económicamente en la Unión Europea, con la que realiza casi el 60% de todo su comercio exterior. Dentro de la Unión Europea, destacan las relaciones con Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido.
La Balanza de Pagos Española
La balanza de pagos española es tradicionalmente deficitaria, presentando los saldos más negativos en la balanza de mercancías y en la de rentas. Las causas de esta situación se encuentran en que las mercancías que exportamos tienen menos valor que las que importamos, y en nuestra dependencia energética, tanto de petróleo como de gas. El saldo favorable de la balanza de servicios, especialmente el turístico, ayuda y en algunos casos incluso supera los negativos de otras actividades, pues el superávit de la balanza de servicios es superior al déficit generado por la de mercancías.
La balanza de mercancías presenta un déficit crónico, que se hace mayor en las etapas de crecimiento de la economía española, cuando el consumo interior y las inversiones aumentan. En las etapas de crisis, la demanda interior disminuye y con ella las importaciones, descendiendo las cifras negativas del saldo, mientras que las exportaciones españolas no se ven tan afectadas por las etapas de crisis.
Composición de Exportaciones e Importaciones Españolas
¿Qué Compra y Qué Vende España?
Nuestro país exporta material de transporte, máquinas, aparatos y material eléctrico, productos de la industria química, productos metálicos y derivados, y productos agrarios, vivos o frescos. Las importaciones presentan cifras destacadas en productos minerales, maquinaria, aparatos y material eléctrico, productos de la industria química y material de transporte.
Es necesario destacar varios aspectos:
- La elevada dependencia energética de España (sobre todo combustibles fósiles), que explica las cifras de importaciones de productos minerales.
- El material de transporte, máquinas, aparatos y material eléctrico, y productos de la industria química: la economía española está muy especializada en esas producciones, y estas se encuentran controladas por grandes empresas que tienen unidades productivas deslocalizadas en varios países.
- Sumando las cifras de los productos agrarios vivos o frescos y las de la industria agroalimentaria, se obtiene el 14,1% de todas las exportaciones, lo que sitúa al sector agrario como el segundo generador de exportaciones.
- Los sectores más exportadores son los que se consideran de nivel tecnológico medio y una intensidad de mano de obra también media, lo que pone de manifiesto que la economía española utiliza un nivel relativamente bajo de tecnología, gran parte de la cual importa.
- Los sectores intensivos en mano de obra y con escaso contenido tecnológico tienen un peso bajo o medio en las exportaciones y en las importaciones, resultado de la permanencia de una cierta especialización en sectores tradicionales.