El Estado de Bienestar en España: Un Modelo Socialdemócrata

Marco Conceptual y Desarrollo

El modelo de políticas sociales en España es mixto, asistencial e intervencionista, orientado a la integración. Estas políticas permiten que las organizaciones públicas, privadas y mixtas actúen sobre la ciudadanía en todos los niveles para mejorar situaciones de desajuste.

El marco jurídico español permite llevar a cabo actuaciones que se alejan del asistencialismo puro, respaldadas por la ley. A diferencia de modelos como el irlandés, que son asistenciales, el español es intervencionista y busca la integración del individuo, amparado por la Constitución y el cumplimiento de los derechos constitucionales. En España, las políticas sociales de ambos ejecutivos, independientemente de su ideología, buscan transformar la realidad social, no solo paliar sus efectos.

El término «Estado de Bienestar» en España surge a finales de los años 20 y principios de los 30, generalizándose tras la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos se denominó «Estado Positivo», en el Reino Unido «Estado de Seguridad Social» y en Suecia «Estado de Bienestar Social». Estas denominaciones buscaban definir las políticas emergentes que pretendían proteger a los trabajadores de las incertidumbres derivadas de su incapacidad para participar en el sistema productivo (desempleo, enfermedad, pobreza). En ese período, el Estado de Bienestar surge como una red institucional de seguridad frente al riesgo, y como un conjunto de instituciones que articulan el desarrollo capitalista y la democracia política.

Un hito en la política social de este período es el Informe Beveridge de 1942, que propone transformar la seguridad social basándose en los derechos sociales ciudadanos y buscando la cobertura universal. El informe plantea que el Estado de Bienestar debe incluir:

  • La redistribución de la renta
  • Todos los derechos sociales contenidos en la política social

Al igual que en la actualidad, el Estado de Bienestar en España no se limita a satisfacer las necesidades de los trabajadores y sus familias, sino que se dirige al conjunto de la sociedad a través de programas universales que cubren los derechos sociales, buscando la creación del bienestar. Se entiende que la política social debe ser consecuencia de planteamientos ideológicos que busquen articular una sociedad con crecimiento económico en un Estado de Bienestar donde las instituciones y las fuerzas políticas redistribuyan recursos y creen mecanismos de orden social que permitan satisfacer las necesidades de la ciudadanía en general.

Gregorio Rodríguez Cabrero (2002) define el Estado de Bienestar como: «Más allá de la forma histórica concreta que sobre el estado de bienestar adopta cada país, lo cierto es que todas las instituciones estatales, autonómicas y locales deben garantizar en el estado español un universalismo protector. Así nuestro estado del bienestar es un estado universalismo protector desarrollado a través de políticas sociales y planes, proyectos, programas y subprogramas derivados de estas políticas sociales un marco institucional de carácter público que así mismo sostenga y apoye marcos institucionales privados y mixtos que permitan garantizar los derechos sociales para todos los ciudadanos. Nuestro estado de bienestar busca la solidaridad intergeneracional, es decir, apoyándonos en el ciudadano trabajador deberán poder vivir los ciudadanos necesitados.»

María Méndez añade: «El estado social en España debe ser sistematizado desde una agencia institucional coordinada pública privada y mixta tanto de los ciudadanos incorporados del mundo laboral como aquellos que por sus características especiales están fuera del mismo, es decir, nuestro estado del bienestar debe ser un estado capaz de planificar, programar y ejecutar servicios y prestaciones en relación a conflictos sociales, desajustes individuales, grupales y comunitarios respecto a los derechos sociales, aplicación de políticas públicas de lo social y todo ello en un contexto histórico concreto.»

Modelos de Estado de Bienestar

Si bien el modelo actual del Estado de Bienestar en España es institucional o socialdemócrata, existen otros modelos.

Actualmente, los objetivos del Estado de Bienestar se agrupan en tres bloques:

  1. Seguridad económica y social: Mantener niveles de vida básicos para todos los ciudadanos, protegiéndolos de riesgos como vejez, desempleo, enfermedad, incapacidad o paro. Se ha transitado de un modelo asistencialista a uno universalista, aunque ninguno ha logrado el pleno cumplimiento de los objetivos del Estado de Bienestar.
  2. Reducción de la desigualdad económico-social: El Estado podría modificar la distribución de la renta y los presupuestos para corregir desigualdades, promoviendo la igualdad social a través del gasto público. Sin embargo, esto podría generar el «efecto Mateo», donde las clases medias se benefician más que los más pobres, especialmente por la falta de información de estos últimos sobre los recursos disponibles. El Estado de Bienestar debe modificar la redistribución de la renta, discriminando positivamente a los grupos menos favorecidos, aunque esto pueda afectar la estabilidad empresarial y económica. Las políticas sociales actuales, independientemente del partido, no han alterado las estructuras de desigualdad, limitándose a gestionar los recursos existentes y moderar las desigualdades más graves.
  3. Lucha contra la pobreza: Busca la integración social de los excluidos mediante programas de prestación social, subsidios por desempleo, prestaciones no contributivas, salarios mínimos de inserción, servicios sociales y de protección a la infancia, familia, tercera edad, discapacitados, etc.

Agentes de Protección Social

Los agentes que contribuyen al desarrollo del Estado de Bienestar en España operan en varios espacios institucionales:

  1. Administración central (Seguridad Social y tercer sector)
  2. Comunidades autónomas
  3. Administraciones locales

La Seguridad Social, a nivel de la administración central, realiza dos tipos de intervenciones:

  1. Sanitarias
  2. Sistema de pensiones y ayudas para personas que hayan contribuido al sistema productivo.

Diferencias entre el Modelo Socialdemócrata y Liberal

El modelo socialdemócrata es solidario, universalista y desmercantilizador. Busca que el individuo alcance la máxima experiencia personal y que todos los ciudadanos sin recursos tengan una renta mínima garantizada. En contraste, el modelo liberal se basa en el mercado, ofreciendo ayudas solo a los más pobres y subsidios modestos a personas de clase baja.

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