Políticas de Dividendos y su Impacto en la Valoración de Acciones

Qué son las Acciones Liberadas de Pago (Crías)

Las acciones liberadas de pago, también conocidas como crías, son títulos emitidos sin obligación de ser pagados por el accionista. Esto se debe a que fueron financiadas con cargo a las utilidades que el accionista debió percibir.

Son emisiones que se originan a partir de dividendos que la empresa desea capitalizar. En lugar de repartirse en dinero, se entregan en especie o títulos valores, que no generan rendimientos inmediatos, sino en el futuro a través de la venta de las acciones.

Factores que Influyen en las Políticas de Dividendos

La política de dividendos de una empresa está condicionada por diversos factores, que incluyen restricciones legales, contractuales e internas, las perspectivas de crecimiento de la empresa, las consideraciones de los propietarios y, por último, las consideraciones de mercado.

  • Restricciones Legales: En la mayoría de los países, se prohíbe a las corporaciones el pago de cualquier parte del capital legal en forma de dividendos. Dicho capital legal se mide por el valor contable de las acciones comunes.
  • Restricciones Contractuales: A menudo, la capacidad de la empresa para pagar dividendos en efectivo se ve restringida por ciertas provisiones en un acuerdo de préstamo.
  • Restricciones Internas: La capacidad de la empresa para distribuir dividendos se ve a menudo limitada por la cantidad de efectivo en exceso disponible.
  • Perspectivas de Crecimiento: Los requerimientos financieros de la organización guardan una relación directa con el grado de expansión o adquisición de activos proyectados.
  • Consideraciones de los Propietarios: Al establecer una política de dividendos, el objetivo principal de la empresa debe ser el de maximizar el beneficio de los propietarios.
  • Consideraciones de Mercado: Debido a que el beneficio de los propietarios de una empresa se refleja en el precio de mercado de las acciones, se deberá conocer la probabilidad de respuesta del mercado respecto a ciertos tipos de políticas al formular una política de dividendos adecuada.

Factores Determinantes de la Política de Dividendos

  • Dificultad en el pago de los dividendos
  • Rentabilidad de los proyectos de inversión
  • Disponibilidad y coste de financiación alternativa
  • Rentabilidad exigida por los accionistas
  • Liquidez
  • Comportamiento de los directivos y el sector

Evolución de las Políticas de Dividendos: Modelos Clave

La Teoría Residual

Esta política establece que el dividendo pagado debe ser igual a las utilidades reales menos la cantidad de utilidades retenidas necesarias para financiar el presupuesto de capital óptimo de la empresa.

En la práctica, la política de dividendos está muy influida por las oportunidades de inversión y la disponibilidad de fondos con los que sea posible financiar nuevas inversiones. Este hecho ha conducido al desarrollo de una política residual de dividendos, que afirma que una empresa debe seguir estos pasos al decidir la cantidad de utilidades a pagar como dividendos:

  1. Determinar el presupuesto de capital óptimo del año.
  2. Determinar el monto de capital que será necesario para financiar ese presupuesto.
  3. Emplear las utilidades retenidas para proporcionar el componente de capital contable en la medida que sea posible.
  4. Pagar dividendos solamente si se dispone de más utilidades de las necesarias para apoyar el presupuesto de capital óptimo.

La palabra residual significa “sobrante”, lo que implica que los dividendos solo deben pagarse con los “sobrantes” de utilidades. La base de esta política radica en que los inversionistas prefieren que la empresa retenga y reinvierta sus utilidades, en lugar de que las pague como dividendos.

El Modelo de James Walter

James Walter establece en su fórmula que el precio de las acciones en el mercado es una función de la utilidad obtenida por la empresa, el dividendo repartido, la tasa de rendimiento de los proyectos (o la Tasa Interna de Retorno – TIR de la empresa) y de la tasa de capitalización (o Costo Promedio Ponderado de Capital – CPPC).

Donde:

  • Pc = Precio de las acciones en el presente
  • DPA = Dividendo por acción
  • GPA = Ganancia por acción obtenida en la empresa
  • TIR = Tasa Interna de Retorno
  • Ko = Tasa de capitalización o Costo Promedio Ponderado de Capital

Por lo tanto, el mayor valor del precio de la acción (Pc) se obtendrá cuando se retenga todo, es decir, cuando el dividendo repartido sea igual a cero. Mientras que se obtendrá el mínimo valor cuando se reparta todo, es decir, cuando la ganancia retenida sea igual a cero. Es decir, habrá un piso y un techo. Para cualquier otra política de dividendos, el precio de la acción se encontrará entre estos dos valores.

Si la anterior fórmula se separa, se puede visualizar que DPA/Ko es el valor presente de los dividendos que se obtendrán en el futuro, hasta el infinito, como si fuera una perpetuidad. Este sería el valor de la acción cuando no hay retención de ganancias, es decir, cuando DPA = GPA, pues matemáticamente el segundo miembro se anula.

Cuando se retiene alguna cantidad, es decir, cuando DPA < GPA, entonces en la fórmula puede verse que, ceteris paribus, a menor valor de DPA el precio de la acción será mayor. Igualmente, Pc será mayor en la medida que la relación Tasa Interna de Retorno (TIR) respecto al Costo Promedio Ponderado de Capital (CPPC) sea mayor que 1.

También se analiza que la fórmula de James Walter, tal como está formulada, indica que debe retenerse utilidad para financiar proyectos siempre y cuando la Tasa Interna de Retorno (TIR) sea mayor que el Costo Promedio Ponderado de Capital (CPPC). Por lo tanto, si no hay alternativas que cumplan esto, debe entonces repartirse el 100%, ya que esto mejoraría el precio de la acción.

Conclusión del Modelo de Walter

Si R es la tasa de rendimiento exigida por los accionistas (TIR) y C es la tasa de capitalización de la empresa (CPPC):

  • Cuando R > C, se retienen dividendos para maximizar el valor de la acción.
  • Cuando R < C, se distribuyen dividendos para maximizar el valor de la acción.
  • Cuando R = C, la política de dividendos es irrelevante para el valor de la acción.

La Teoría de la Irrelevancia (Modigliani y Miller)

Modigliani y Miller (MM) afirman que, conociendo la decisión de inversión de la empresa, la política de pagos de dividendos no es más que un detalle y no afecta a la riqueza de los accionistas. Sostienen que el valor de la empresa queda determinado por la capacidad de generar utilidades de los activos o su política de inversión, y que la forma en que se divide la corriente de utilidades entre dividendos y utilidades retenidas no afecta a ese valor. Las suposiciones básicas de su teoría son:

  1. Mercados de capitales perfectos: Todos los inversionistas son racionales. La información está disponible para todos sin costo alguno; las operaciones se efectúan instantáneamente y sin costo; los valores son infinitamente divisibles y ningún inversionista es lo suficientemente grande como para influir en el precio de mercado de un valor.
  2. Ausencia de costos de emisión: No existen costos de lanzamiento de los valores emitidos por la empresa.
  3. Mundo sin impuestos: No existen impuestos.
  4. Política de inversión inmutable: La política de inversión de la empresa no está sujeta a cambios.
  5. Seguridad perfecta: Seguridad perfecta para cada accionista respecto a las inversiones y utilidades futuras de la empresa (esta suposición fue eliminada posteriormente por los autores).

La idea de MM sobre la irrelevancia de la política de dividendos no supone un mundo de certidumbre, sino un mercado financiero eficiente, lo que implica que las transferencias de valor derivadas de las variaciones en la política de dividendos se realizan en términos equitativos. Y, puesto que el valor global del capital de los accionistas (antiguos y nuevos) no se verá afectado, nadie gana o pierde.

Ahora bien, si el mercado es eficiente, un accionista que necesitara dinero líquido no tendría más que vender las acciones necesarias para conseguirlo. Si la empresa pagase un dividendo, el inversor podría eliminar o reducir cualquier dividendo recibido comprando nuevas acciones de la compañía. De esta manera, cada inversor podría diseñar su propia política de dividendos sin importarle cuál es la de la empresa, por ello se puede deducir que esta última es irrelevante para el accionista y, por lo tanto, no afectará al precio de mercado de las acciones de la empresa.

Conclusión de Modigliani y Miller

El precio de las acciones es independiente de los dividendos que se distribuyen. Esto se basa en la premisa de un mercado de capitales perfecto, transparente, homogéneo y divisible, y plantean la idea del arbitraje.

El Modelo de Gordon (MG)

El Modelo de Gordon es el más utilizado para evaluar el valor teórico de la empresa. Parte de la idea de que la política de dividendos sí afecta al valor de las acciones de la empresa. Para ello, acepta que el valor de la empresa es igual al valor actual de todos los dividendos futuros que se paguen durante la vida de la empresa, que se supone sea infinita.

El MG parte de la situación de una empresa en el instante actual (t = 0) e intenta averiguar qué destino debe darse, en el contexto de un horizonte de planificación ilimitado, al resultado neto después de impuestos; esto es, si debe repartirlo en forma de dividendos o si es mejor retenerlo en el interior de la empresa para financiar ulteriores procesos de inversión.

La expresión básica del MG para calcular el valor de la empresa en un momento determinado es:

P = D0(1+g)1/(1+Ke)1 + D0(1+g)2/(1+Ke)2 + .... + D0(1+g)µ /(1+Ke)µ

Donde:

  • P = Precio por acción de acciones comunes.
  • Di (i=1, …, µ) = El dividendo por acción previsto en el año i.
  • Ke = Tasa de capitalización de capital contable (costo de capital propio).
  • g = Utilidades anuales previstas y tasa de crecimiento del dividendo.

El valor actual de la acción es igual al dividendo esperado al final del período dividido por la tasa de retorno requerida por los accionistas menos la tasa de crecimiento de las ganancias. Cualquier empresa que aumente la tasa de rendimiento de sus inversiones, r, conseguirá aumentar el valor de sus acciones. Los cambios en la tasa de retención de beneficios afectan tanto a la cuantía del dividendo como a la tasa de crecimiento de las ganancias.

Una suposición importante de este modelo es que asume que los dividendos y las utilidades crecen en igual proporción.

El problema al utilizar este modelo radica en la dificultad de calcular la tasa de capitalización contable (Ke) y las utilidades con su tasa de crecimiento.

El Modelo de Lintner

Lintner llegó a la conclusión de que la mayoría de las empresas tienen unas tasas «marco» (de referencia) de reparto de dividendos a largo plazo a las que suelen ajustarse. Todo ello porque dichos ejecutivos partían de la base de que los accionistas tenían derecho a una parte razonable de las utilidades de la empresa, así como que preferían un crecimiento constante de los dividendos. Esto significa que, aunque las utilidades crecieran fuertemente, los dividendos crecerían a un ritmo más lento, con el objeto de evitar recortes de los mismos en los años en los que la utilidad fuera menor de lo esperado.

Así, una empresa que permanece siempre fiel a sus ratios financieros objetivo de pago de dividendos siempre tendrá que cambiar su cuantía si cambian las utilidades o ganancias. Sin embargo, según los aspectos anteriores, los directivos creen que los accionistas prefieren una progresión estable de los dividendos y, por tanto, si las circunstancias permiten garantizar un gran incremento de los dividendos, no ofrecerán más que una parte del nivel al que tiende el ratio objetivo.

Por lo tanto, los dividendos dependerán en parte de las utilidades actuales de la empresa y en parte del dividendo del año anterior que, a su vez, depende de las utilidades y del dividendo del año precedente.

Conclusión de Gordon y Lintner

Las teorías de Gordon y Lintner se contraponen a la de Modigliani y Miller, indicando que los dividendos sí afectan el precio de las acciones y que el mercado de capitales no es perfectamente eficiente ni transparente.

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