Determinación del Tamaño del Proyecto
La importancia de definir el tamaño que tendrá el proyecto se manifiesta principalmente en su incidencia sobre el nivel de las inversiones y costos que se calculen y, por tanto, sobre la estimación de la rentabilidad que podría generar su implementación.
Factores que Determinan el Tamaño de un Proyecto
Existen diversos factores que condicionan la decisión sobre el tamaño más adecuado para un proyecto:
Demanda Proyectada: La cantidad demandada proyectada a futuro es quizás el factor condicionante más importante del tamaño. Sin embargo, este no necesariamente deberá definirse en función de un crecimiento esperado del mercado.
Situaciones del Tamaño Respecto al Mercado
Se pueden identificar tres situaciones básicas del tamaño respecto al mercado:
- Aquella en que la cantidad demandada total sea claramente menor que la menor de las unidades productoras posibles de instalar.
- Aquella en que la cantidad demandada sea igual a la capacidad mínima que se puede instalar.
- Aquella en que la cantidad demandada sea superior a la mayor de las unidades productoras posibles de instalar.
Distribución Geográfica del Mercado: Esta variable conducirá a seleccionar distintos tamaños, dependiendo de si se opta por una o varias fábricas, de tamaño igual o diferente, ubicadas en distintos lugares y con regímenes de turnos que pudieran variar entre ellas.
Disponibilidad de Insumos: Los insumos (humanos, materiales y financieros) podrían no estar disponibles en la cantidad y calidad deseadas. Esto puede limitar la capacidad de uso del proyecto o aumentar los costos de abastecimiento, pudiendo incluso hacer recomendable el abandono de la idea que lo originó.
Localización del Proyecto: La distancia a las fuentes de insumos afecta el costo de abastecimiento. Mientras más lejos esté, más alto será el costo, y conforme aumente el nivel de operación, mayor será el costo unitario de los insumos.
El tamaño muchas veces deberá supeditarse a la estrategia comercial que se defina como la más rentable o segura para el proyecto.
De acuerdo con las características específicas de cada proyecto, podrían presentarse situaciones en las que la capacidad quede copada en parte del proceso productivo. En otros casos, cuando el proceso es de carácter continuo, podría ser la planta entera. Al coparse la capacidad, total o parcialmente, podrán existir opciones para adecuarla a los requerimientos del mercado. De esta forma, se podría estudiar la posibilidad de:
- Ampliar la planta adicionando inversiones.
- Establecer nuevos turnos de trabajo.
- Implementar el pago de horas extraordinarias.
- Incluso, aumentar el precio para reducir la cantidad demandada (si el coeficiente de elasticidad lo permite).
Esta metodología de análisis también es válida para proyectos en marcha cuando la capacidad instalada no es suficiente para satisfacer los requerimientos de la demanda.
Economía del Tamaño y Economías de Escala
Casi la totalidad de los proyectos presentan una característica de desproporcionalidad entre tamaño, costo e inversión. Esto significa que, al duplicarse el tamaño, los costos e inversiones no necesariamente se duplican. Este fenómeno ocurre por las economías o deseconomías de escala que presentan los proyectos.
La decisión sobre hasta qué tamaño crecer deberá considerar esas economías de escala solo como una variable más del problema, ya que tan importante como estas es la capacidad de vender los productos en el mercado.
Cubrir una mayor cantidad demandada de un producto con margen de contribución positivo no siempre incrementa la rentabilidad. Sobre cierto nivel de producción, es posible que algunos costos bajen por economías de escala, mientras que otros suban. También es posible que, para vender más allá de cierto volumen, los precios deban reducirse.
En muchos casos, se mide la rentabilidad de un proyecto para un tamaño que satisfaga la cantidad demandada estimada y, si es positiva, se aprueba o recomienda su inversión. Sin embargo, a veces es posible encontrar tamaños inferiores que, aunque satisfagan menores cantidades demandadas, maximicen el retorno para el inversionista.
Optimización del Tamaño del Proyecto
La determinación del tamaño óptimo debe basarse en dos consideraciones que confieren un carácter cambiante a la optimización del proyecto:
- La relación precio-volumen, por el efecto de la elasticidad de la demanda.
- La relación costo-volumen, por las economías y deseconomías de escala que pueden lograrse en el proceso productivo.
El estudio de mercado, por ejemplo, podría haber entregado resultados cuantitativos sobre la elasticidad precio-demanda. Una vez conocida la mejor alternativa tecnológica, se podrá comparar su capacidad de producción respecto de la demanda estimada del mercado.
La decisión que se adoptará será aquella en que la relación ingreso-volumen comparada con la relación costo-volumen maximice, en términos actuales, el beneficio neto del proyecto (o Valor Actual Neto – VAN). Se debe tomar en cuenta que un proyecto con demanda creciente podría requerir ocupar a futuro la capacidad ociosa, haciéndola disminuir con el tiempo. Por ello, la baja de precio estimada para el primer año podría ser mayor que la del segundo y siguientes.
No menos importante será considerar lo que ocurre cuando se cope la capacidad de producción, ya sea en parte o en la totalidad del proceso productivo. Ello obliga a desarrollar los estudios comparativos correspondientes, incluyendo costos fijos, variables e inversiones, que permitan seleccionar aquella opción que maximice el beneficio.
Tamaño del Proyecto en un Mercado Creciente
El tamaño óptimo depende, entre otras cosas, de las economías de escala presentes. En presencia de un mercado creciente, esta variable toma más importancia, ya que deberá optarse entre:
- Definir un tamaño inicial lo suficientemente grande como para responder a futuro a ese crecimiento del mercado.
- Definir un tamaño inicial más pequeño, pero que vaya ampliándose de acuerdo con las posibilidades de las escalas de producción.
En general, la demanda crece a tasas diferentes a las del aumento en las capacidades de planta, lo que obliga a elegir entre dos estrategias alternativas: satisfacer excedentaria o deficitariamente la demanda. En el primer caso, se optará por mantener capacidad ociosa de producción, mientras que, en el segundo, por dejar de percibir los beneficios que ocasionaría la opción de satisfacer toda la demanda.
Tamaño del Proyecto con Demanda Constante
Cuando la demanda es constante, la opción que exhiba el costo medio mínimo es la que maximiza el valor actual neto (VAN), ya que se asume que los beneficios son constantes, cualquiera sea la configuración tecnológica que logre satisfacer el nivel de demanda que se supone dado.