El Modelo de Becker: La Economía del Hogar
El Modelo de Becker amplía la tradicional elección entre trabajo y ocio al considerar cómo una unidad familiar distribuye su tiempo entre distintas actividades para maximizar su bienestar. La familia se concibe como una unidad económica que produce ‘mercancías’ que generan utilidad, combinando tiempo y bienes.
Usos del Tiempo Familiar
El tiempo disponible puede emplearse de tres formas:
- Tiempo de mercado: se vende trabajo para obtener renta.
- Producción doméstica: se usa tiempo para producir bienes en el hogar.
- Consumo: tiempo empleado en disfrutar de los bienes y servicios.
Un ejemplo es la preparación de una comida, que combina tiempo de trabajo (para comprar los alimentos), tiempo doméstico (para cocinarlos) y tiempo de consumo (para comer).
Ventaja Comparativa en el Hogar
Cada persona debe especializarse en las tareas que realiza con mayor eficiencia relativa (menor coste de oportunidad), lo que permite una asignación óptima del tiempo dentro del hogar, igual que ocurre en el comercio internacional entre países. Así, quien sea más productivo en una tarea debería dedicarle más tiempo.
Tipos de Mercancías
Las mercancías pueden ser:
- Intensivas en tiempo: requieren mucho tiempo y pocos bienes (ej. ocio).
- Intensivas en bienes: requieren más recursos monetarios y menos tiempo (ej. comida rápida).
Esta distinción explica cómo, cuando el salario aumenta y el tiempo de mercado se valora más, las familias tienden a sustituir actividades intensivas en tiempo por otras que consumen más bienes pero permiten liberar tiempo para trabajar.
El Mercado de Trabajo Perfectamente Competitivo
En un mercado de trabajo perfectamente competitivo, se dan una serie de condiciones ideales que lo distinguen de otros tipos de mercados laborales. Existe un gran número de empresas que compiten entre sí para contratar trabajadores con el fin de cubrir puestos de trabajo homogéneos. Asimismo, hay muchos individuos que poseen cualificaciones similares y que ofrecen sus servicios laborales de forma independiente. En este contexto, ni las empresas ni los trabajadores tienen capacidad para fijar el salario, por lo que se comportan como agentes ‘salario-aceptantes‘, es decir, aceptan el salario que determina el mercado. Además, se presupone que existe información perfecta sobre las condiciones del mercado y que los trabajadores pueden desplazarse libremente entre empleos o regiones sin incurrir en costes.
En este tipo de mercado, tanto la oferta como la demanda de trabajo dependen de varios factores.
Determinantes de la Oferta de Trabajo
Por el lado de la oferta de trabajo, influyen cinco determinantes principales:
- Los salarios ofrecidos en otras ocupaciones alternativas: si aumentan, los trabajadores pueden sentirse atraídos hacia ellas, reduciendo la oferta en el mercado actual.
- La renta no salarial, como ayudas o rentas del capital, que cuando aumentan pueden disminuir la necesidad de trabajar, reduciendo así la oferta.
- Las preferencias individuales entre trabajo y ocio: si una persona valora más el ocio, ofrecerá menos tiempo al mercado laboral, mientras que si valora más el trabajo, estará más dispuesta a participar activamente.
- Los aspectos no salariales del empleo, como la calidad del entorno laboral, la estabilidad o los horarios; su mejora puede atraer más trabajadores.
- El número de personas cualificadas para un determinado tipo de empleo también determina la cantidad de oferta disponible.
Determinantes de la Demanda de Trabajo
Por el lado de la demanda de trabajo, también hay cuatro factores clave:
- La demanda del producto final: si esta aumenta, también lo hace el valor del ingreso marginal del trabajo, incentivando a las empresas a contratar más personal.
- La productividad de los trabajadores: a mayor productividad, mayor es el rendimiento que una empresa obtiene por contratar a ese trabajador.
- Los precios de otros factores productivos, como la tecnología o el capital: si estos son complementarios al trabajo y su precio sube, la demanda de trabajo puede disminuir; si son sustitutivos y su precio se encarece, puede incrementarse la contratación de trabajadores humanos.
- El número de empresas que demandan un determinado tipo de trabajo también influye directamente: cuantas más empresas participen en el mercado laboral, mayor será la demanda de empleo.
En conjunto, la interacción entre estos factores en un mercado perfectamente competitivo es la que determina el nivel de salarios y la cantidad de empleo asignado de forma eficiente, según las condiciones del mercado.