El Empresario: Evolución y Teorías Clave
El papel social, humano y económico del empresario ha sido considerado de muy diversas formas en el pensamiento económico.
El Empresario en la Revolución Industrial
En la época de la Revolución Industrial (finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX), el empresario es de tipo individual. Coincide con el propietario del capital y desarrolla una función de controlador de los medios de producción. Se define, en esta época, como el sujeto que compromete su capacidad en el funcionamiento de la empresa y, en consecuencia, afronta el riesgo patrimonial de la actividad.
La Visión de Alfred Marshall (1890)
Lentamente, gracias a los avances tecnológicos, a las mejores retribuciones y al hecho de que los mercados se van ampliando, aparecen las grandes sociedades, en las cuales diversos propietarios financian conjuntamente la empresa. Entonces, nace una nueva figura de empresario, al mismo tiempo que se empiezan a separar los objetivos del empresario y del capitalista. Marshall (1890) fue uno de los primeros en hacerlo, y en este sentido realizó una aportación fundamental al asignar al empresario el papel de coordinador del proceso productivo, elevando la función empresarial a la categoría de cuarto factor de la producción, junto con la tierra, el trabajo y el capital. Para este autor, el beneficio era la retribución que se obtenía por esta función de coordinación.
Frank Knight y el Riesgo Empresarial
En el siglo XIX, Frank Knight define al empresario como la persona que asume el riesgo de contratar factores productivos para llevar adelante una empresa con la expectativa de obtener beneficio. Este beneficio sería la recompensa del empresario por asumir riesgos en una situación de incertidumbre.
La Separación de Objetivos: Accionistas y Empresarios Profesionales
A partir de este momento, los objetivos empresariales se pueden separar. Por un lado, están los accionistas, que persiguen la obtención de unos frutos —presentes o futuros— de la inversión y, por otro, el empresario profesional, que busca una continuidad y que, para incrementar su poder, depende tanto de los accionistas como del crecimiento de la empresa.
Joseph Schumpeter y la Innovación
Otra visión distinta es la de Schumpeter en el año 1963, quien define al empresario como la persona que detecta la potencialidad económica de una innovación y, gracias a ello, consigue poner a su empresa en ventaja respecto a la competencia.
La Complejidad Actual y la Tecnoestructura
Ante la creciente complejidad de las decisiones a tomar en el seno empresarial, siguen existiendo los socios como propietarios, pero aparece el llamado derecho del poder restringido, es decir, que son los directivos (Galbraith lo llama tecnoestructura) los que toman las decisiones referentes a la empresa. Esta dirección compartida por técnicos (abogados, economistas, ingenieros…) se cumple en las grandes empresas; en las empresas individuales o familiares, pequeñas y medianas empresas, queda el primitivo poder del capitalista o propietario. En las empresas grandes, los accionistas son únicamente inversores que tienen como única finalidad obtener un rendimiento por su capital invertido y, en el caso de que este no sea el esperado, sacar su capital de la empresa e invertirlo en otro lugar.
La Empresa: Componentes, Funciones y Objetivos
Definición de Empresa
La empresa es una organización social que realiza un conjunto de actividades y utiliza una gran variedad de recursos (financieros, materiales, tecnológicos y humanos) para lograr determinados objetivos, como la satisfacción de una necesidad o deseo de su mercado meta con la finalidad de lucrar o no; y que es construida a partir de conversaciones específicas basadas en compromisos mutuos entre las personas que la conforman.
Funciones Esenciales de la Empresa
La empresa asume el papel de producir para el consumo a partir de los elementos que la componen y, en particular, los factores de la producción. Para cumplir tales objetivos, la empresa ha de asumir las funciones que siguen:
- Interpretación del Mercado: Interpretar al sector consumidor para comprender cuáles son sus necesidades y exigencias, con los consiguientes análisis previsionales, puesto que cumplirá mejor esta función si se anticipa a la demanda de este sector.
- Organización del Proceso Productivo: Organizar el proceso productivo que permita satisfacer la anterior demanda de los consumidores, para ejecutar, correctamente dirigido y con la coordinación y control necesarios, el citado proceso productivo, a fin de obtener el producto requerido al menor coste y en el plazo más breve posible.
- Distribución de Frutos: El fruto obtenido de la producción efectuada deberá repartirse entre aquellos sujetos que han intervenido en la obtención de dicho producto. Es función de la empresa pagar anticipadamente la parte que corresponda a los «factores» que han colaborado con ella en la obtención de la producción (normalmente sujeta a pactos previos), independientemente de la remuneración.
- Creación de Utilidad: Al transformar las materias primas en productos más elaborados, las empresas cumplen una importante función de crear o aumentar la utilidad de los bienes, es decir, incrementar su capacidad para satisfacer las necesidades humanas.
Objetivos Estratégicos de la Empresa
En realidad, los objetivos de la empresa como entidad propia no existen si no tenemos en cuenta los objetivos que buscan los agentes económicos que componen la empresa (capitalistas, trabajadores, proveedores, clientes, etc.). Teniendo en cuenta esto, podemos separar en cuatro tipos distintos los objetivos de la empresa:
- Maximización de la Rentabilidad: Conocido también como objetivo clásico, la empresa busca hacer máxima la relación entre el beneficio obtenido y el capital invertido.
- Crecimiento y Aumento del Poder de Mercado: Además de buscar la rentabilidad, a la empresa le interesa crecer y aumentar el poder en el mercado, lo cual le reportará beneficios en el futuro.
- Estabilidad y Adaptabilidad al Entorno: A la empresa le interesa su supervivencia. A los trabajadores este objetivo les parecerá quizá el más importante, conservar los puestos de trabajo. A los socios propietarios de la empresa también les parecerá un objetivo importante, aunque algunos de ellos pueden considerarlo secundario respecto a los dos primeros, y preferir la rentabilidad rápida a la estabilidad de la empresa. Normalmente, el pequeño empresario que es también sociocapitalista considera este objetivo muy importante, pues está implicado en el proyecto de la empresa a largo plazo.
- Responsabilidad Social: Sabemos que la empresa genera riqueza y puestos de trabajo, pero es más bien un efecto secundario que su objetivo principal. Sin embargo, cada vez las empresas dan más importancia a su papel social, intentando mantener empleo estable y de calidad, y ofrecer productos útiles y respetuosos con el medio ambiente.