La creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) se consolidó con la Conferencia de Bretton Woods (1944). Sus objetivos principales son: favorecer el comercio internacional sobre una base monetaria multilateral y ayudar a los Estados miembros, sin importar su nivel de desarrollo, a equilibrar sus balanzas de pagos. Para ello, el FMI emplea tres mecanismos fundamentales: Supervisión económica y financiera, Asistencia técnica y Préstamos.