Fundamentos del Dinero, la Inflación y la Política Monetaria en la Economía Moderna

1. ¿Qué es el dinero?

Si el dinero no existiera, tendríamos que dedicarnos al trueque, lo que dificultaría nuestro intercambio porque no todo el mundo lo acepta. En cambio, el dinero facilita nuestro intercambio porque es más fácil de aceptar. Con lo cual, el dinero es todo medio de pago y de cambio generalmente aceptado por una sociedad.

2. Funciones del dinero

  • Medio de cambio o de pago: facilita el comercio y permite la especialización en la producción.
  • Depósito de valor: cuando se realiza un intercambio con dinero, no es necesario gastarlo inmediatamente, sino que se puede guardar para cuando se necesite. Es decir, es un medio para mantener la riqueza y nos permite ahorrar.
  • Unidad de cuenta o de medida: nos permite medir y comparar el valor de los bienes y servicios, así como registrar deudas.

3. Las formas del dinero

Dinero mercancía

Además de tener su valor intrínseco como mercancía (valor de uso), se empleaba como medio de pago (por ejemplo, metales preciosos como el oro y la plata, conchas, sal). Para cumplir esta función, debía ser transportable, homogéneo, duradero, divisible y relativamente escaso. La incomodidad de pesar y evaluar la pureza del oro en cada intercambio hizo que se originasen las monedas acuñadas.

Dinero papel (convertible)

En el siglo XVII, los primeros bancos europeos, que inicialmente eran orfebres que custodiaban metales preciosos, comenzaron a emitir recibos o certificados de depósito por el oro guardado. Estos recibos empezaron a circular como medio de pago y se convirtieron en los primeros billetes de banco, convertibles en metal precioso. Con el tiempo, los bancos se dieron cuenta de que podían emitir más billetes que el oro que tenían en reserva, lo que llevó a la necesidad de regulación y, finalmente, a que el Estado concediera el monopolio de emisión de billetes a un solo banco (los bancos centrales).

Dinero fiduciario

A partir del siglo XX, especialmente tras la abolición del patrón oro, el dinero dejó de ser convertible en oro u otra mercancía. El dinero fiduciario (del latín fiducia, confianza) no tiene valor como mercancía ni está respaldado por metales preciosos. Su valor se basa en la confianza general de que será aceptado como medio de pago y en la declaración del gobierno como moneda de curso legal (control sobre el dinero existente).

4. El dinero electrónico y las monedas virtuales

El desarrollo del comercio electrónico y la Revolución Digital han generado nuevas formas de dinero. El dinero electrónico es dinero fiduciario que se almacena y transfiere electrónicamente (por ejemplo, mediante tarjetas de débito/crédito, transferencias bancarias online, pagos móviles). Disfruta de la confianza de las autoridades monetarias porque representa dinero fiduciario existente en forma digital, no física.

En los últimos tiempos han surgido también las monedas virtuales o criptomonedas, que son un tipo de dinero digital emitido y controlado por sus desarrolladores y utilizado y aceptado entre los miembros de una comunidad virtual específica. Generalmente no están reguladas por autoridades monetarias centrales. Una de las más conocidas es el Bitcoin.

5. La demanda de dinero

La economía debe disponer de una cantidad de dinero suficiente para satisfacer las necesidades de sus agentes. La demanda de dinero refleja la preferencia del público por mantener una parte de su riqueza en forma de dinero líquido (efectivo o depósitos a la vista). Las principales razones para demandar dinero son:

  • Motivo transacción: para realizar pagos corrientes por bienes y servicios.
  • Motivo precaución: para hacer frente a imprevistos o gastos inesperados.
  • Motivo especulación: para aprovechar oportunidades de inversión rentables que puedan surgir, manteniendo dinero líquido a la espera del momento oportuno para invertirlo en activos que ofrezcan una mayor rentabilidad o para evitar pérdidas en otros activos.

La demanda de dinero depende principalmente del nivel de renta (a mayor renta, mayor demanda para transacciones) y del tipo de interés (a mayor tipo de interés de activos alternativos, menor demanda de dinero, ya que aumenta el coste de oportunidad de mantenerlo líquido).

6. La oferta monetaria

La oferta monetaria es la cantidad total de dinero existente en una economía en un momento dado. Según el Banco Central Europeo (BCE), los principales agregados monetarios incluyen:

  • Efectivo en manos del público (EMP): billetes y monedas que tenemos en casa o en el bolsillo. Es una pequeña parte del dinero total disponible.
  • Dinero depositado en bancos: por comodidad o seguridad, las personas y empresas guardan la mayor parte de su dinero en depósitos bancarios. Estos pueden ser:
    • Depósitos a la vista (cuentas corrientes y de ahorro): ofrecen disponibilidad inmediata del dinero. Podemos pagar con tarjeta, realizar transferencias o retirar efectivo cuando hacemos una compra o necesitamos liquidez.
    • Depósitos a plazo fijo: el depositante se compromete a no retirar el dinero durante un período de tiempo determinado. A cambio, el banco suele ofrecer una remuneración (intereses) mayor. Si se retira antes del plazo, generalmente se pierden parte o todos los intereses pactados.
  • Cuasidinero: son activos financieros muy líquidos, con bajo riesgo y fácilmente convertibles en dinero en efectivo a corto plazo, como inversiones en pagarés de empresa, bonos y letras del Tesoro a corto plazo, o participaciones en fondos del mercado monetario.

7. El tipo de interés

El tipo de interés es el precio de un préstamo, expresado como un porcentaje del capital prestado, generalmente en términos anuales. Es, por tanto, el precio del dinero.

Quien presta dinero (acreedor) exige una compensación (interés) por diversas razones:

  • Por renunciar al derecho de uso de ese dinero durante el tiempo del préstamo (coste de oportunidad, no poder consumir o invertirlo en otra cosa).
  • Por asumir un riesgo (la posibilidad de no recuperar el dinero prestado debido a impago o insolvencia del deudor).
  • Por la posible pérdida de valor del dinero debido a la inflación (si los precios suben durante el período del préstamo, el dinero devuelto tendrá menor poder adquisitivo).

8. ¿Cómo se fija y quién determina el tipo de interés?

El tipo de interés de referencia a corto plazo en la zona euro lo fija el Banco Central Europeo (BCE). Este tipo básico de interés (por ejemplo, el tipo de las operaciones principales de financiación) es el que cobra el BCE cuando presta dinero a las entidades bancarias comerciales para cubrir sus necesidades de liquidez. La importancia de este tipo básico radica en que se convierte en el precio oficial del dinero y en la referencia para el mercado monetario interbancario (los bancos se prestan dinero entre sí a tipos cercanos al oficial) y para los tipos que los bancos aplican a sus clientes.

Por lo tanto, las entidades bancarias cobran a sus clientes un tipo de interés superior al que ellas pagan al Banco Central o en el mercado interbancario. Este tipo de interés aplicado a los clientes depende, además, de las circunstancias específicas de cada préstamo. En cada préstamo se determina el tipo de interés en función de:

  • Plazo: cuanto más largo es el período de devolución del préstamo, mayor suele ser el tipo de interés, ya que aumenta la incertidumbre y el riesgo para el prestamista.
  • Riesgo: si existe un mayor riesgo de que el prestatario no devuelva el dinero (por impago o retraso), se exigirá un tipo de interés más alto para compensar ese riesgo.
  • Liquidez: cuanto más fácil y rápido sea para el prestamista recuperar el dinero prestado (es decir, cuanto más líquido sea el activo financiero que representa el préstamo), menor tipo de interés se exigirá.

9. ¿Qué hacen los bancos con nuestro dinero?

Los billetes y monedas de curso legal los emite el banco central (en España, el Banco de España por delegación del BCE). Además de este dinero legal, existe otro tipo de dinero, el dinero bancario, que es creado por los bancos comerciales a través del mecanismo de préstamos y depósitos de sus clientes.

Una gran parte del dinero que los clientes depositan en los bancos constituye el ahorro de la sociedad. Los ahorradores no suelen retirar todo su dinero al mismo tiempo; las retiradas de unos se compensan con los nuevos ingresos de otros. Por ello, los bancos solo necesitan mantener una pequeña parte de los depósitos en forma de reservas líquidas (efectivo en caja o depósitos en el banco central) para hacer frente a las retiradas habituales de efectivo.

Para garantizar la seguridad del sistema y la solvencia de los bancos, el Banco Central obliga a las entidades bancarias a mantener un porcentaje mínimo de sus depósitos como reservas. Este porcentaje se llama coeficiente de caja o coeficiente legal de reservas.

10. El multiplicador del dinero bancario

El proceso de creación de dinero bancario se produce porque los bancos prestan una parte de los depósitos que reciben, y esos préstamos vuelven al sistema bancario en forma de nuevos depósitos, que a su vez pueden ser prestados de nuevo, y así sucesivamente. Este proceso continúa mientras el dinero pasa por diferentes bancos, aumentando la cantidad total de dinero (dinero bancario) existente en la economía.

El valor total del dinero bancario creado a partir de un depósito inicial se puede estimar con la siguiente fórmula simplificada: Dinero total creado = Depósito inicial x (1 / Coeficiente de caja).

La proporción en la que se incrementa el dinero a partir de un depósito inicial viene determinada por el multiplicador bancario, que es la inversa del coeficiente de caja: Multiplicador bancario = 1 / Coeficiente de caja.

Que se genere más o menos dinero bancario depende de dos factores principales: la proporción de los depósitos que los bancos mantienen como reservas (cuanto menor sea el coeficiente de caja, mayor el multiplicador) y la confianza de los ahorradores en el sistema bancario y en la seguridad de sus depósitos (si la gente no deposita su dinero en los bancos, el proceso se interrumpe).

Las personas suelen confiar en los bancos, en parte porque la experiencia, como la crisis financiera de 2008, demostró que los gobiernos suelen intervenir para garantizar que los bancos sistémicos no quiebren, ya sea recapitalizándolos (incluso nacionalizándolos temporalmente) o mediante sistemas como los fondos de garantía de depósitos (FGD). Si un banco tiene dificultades para afrontar sus obligaciones, estos fondos cubren los depósitos de los clientes (cuentas corrientes, de ahorro y depósitos a plazo fijo) hasta un cierto límite por titular y entidad (en la Unión Europea, actualmente es de 100.000 € por titular).

11. El valor del dinero y la inflación

Inflación es la subida continuada y generalizada del nivel de precios de los bienes y servicios de una economía durante un período de tiempo. Su principal consecuencia es que el valor del dinero baja, ya que con la misma cantidad de dinero podemos comprar menos bienes y servicios (pérdida de poder adquisitivo).

El proceso contrario es la deflación, que ocurre cuando desciende de forma generalizada y continuada el nivel de precios.

Según la intensidad de la subida de precios, se distinguen varios tipos de inflación:

  • Inflación moderada: los precios suben lentamente (generalmente tasas de un dígito anuales). Si está prevista, no suele ser preocupante, los salarios pueden ajustarse y existe un buen equilibrio entre consumo y ahorro.
  • Inflación galopante: los precios suben rápidamente (tasas de dos o tres dígitos anuales). El dinero pierde valor muy deprisa y la gente pierde la confianza en él, tratando de deshacerse del efectivo lo antes posible. El ahorro pierde sentido y se pueden generar distorsiones económicas graves.
  • Hiperinflación: se produce una pérdida total de control sobre los precios, con aumentos desmesurados (tasas de más de tres dígitos). El sistema monetario quiebra, el dinero apenas tiene valor y la gente recurre al trueque o al uso de monedas extranjeras.

12. Causas de la inflación

Existen diversas teorías sobre las causas de la inflación. Las más comunes son:

Inflación de demanda

Ocurre cuando la demanda agregada de bienes y servicios supera la capacidad de producción de la economía. Este exceso de demanda (escasez relativa) presiona los precios al alza. Esta visión tiene dos interpretaciones principales:

  • Según los monetaristas (escuela liderada por Milton Friedman), la inflación de demanda se debe fundamentalmente a un crecimiento excesivo de la cantidad de dinero en circulación por parte de las autoridades monetarias, por encima del crecimiento de la producción real.
  • Según los keynesianos, la inflación de demanda solo se produce si la economía está cerca de su plena capacidad productiva (utilizando todos sus factores de producción) y no puede aumentar la oferta para satisfacer el exceso de demanda. Esto lleva a que los consumidores estén dispuestos a pagar precios más altos por los bienes escasos.

Inflación de costes

Se produce por un aumento de los costes de producción de las empresas (por ejemplo, subida de salarios por encima de la productividad, encarecimiento de las materias primas o la energía). Las empresas trasladan estos mayores costes a los precios de sus productos para mantener sus márgenes de beneficio, lo que afecta a la oferta agregada. Si los precios suben, los trabajadores pueden perder poder adquisitivo y reclamar nuevos aumentos salariales, lo que podría generar una espiral inflacionista (espiral precios-salarios).

13. ¿Cómo se mide la inflación?

Para medir la inflación, el indicador más utilizado es el Índice de Precios al Consumo (IPC). El IPC expresa el crecimiento medio de los precios de una cesta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares durante un período de tiempo determinado.

En España, el IPC lo elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) (organismos similares existen en otros países), siguiendo generalmente estos pasos:

  1. Realizar la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF): esta encuesta periódica permite conocer en qué gastan el dinero los hogares y con qué importancia. Con esta información se selecciona una cesta de la compra teórica con los bienes y servicios más representativos del consumo familiar.
  2. Ponderar los bienes y servicios de la cesta: a cada artículo de la cesta se le asigna un peso o ponderación según su importancia relativa en el gasto total de las familias. Así se obtiene el porcentaje que representa cada grupo de productos en el índice.
  3. Observar los precios en un año base: se recogen los precios de todos los artículos de la cesta en un momento determinado, que se establece como período base (IPC = 100 en el año base).
  4. Recoger precios periódicamente: de forma regular (generalmente mensual), se vuelven a observar y registrar los precios de esos mismos artículos en diversos establecimientos y localidades. Con estos precios, se calcula el coste actual de la cesta de la compra.
  5. Calcular el índice: se compara el coste actual de la cesta con el coste en el período base. El IPC de un período t se calcula como: IPCt = (Coste de la cesta en el período t / Coste de la cesta en el año base) x 100.
  6. Calcular la tasa de inflación: la tasa de variación del IPC entre dos períodos indica la inflación. Se suele calcular mensualmente (respecto al mes anterior), acumulada en el año y, la más común, la tasa interanual (respecto al mismo mes del año anterior). La fórmula general para la tasa de variación entre dos períodos (0 y 1) es: Tasa de inflación = ((IPC1 – IPC0) / IPC0) x 100.

14. Efectos de la inflación

Los efectos de la inflación dependen de su intensidad y de si es prevista (esperada por los agentes económicos) o imprevista (sorpresiva). Si los precios aumentan de una manera moderada y prevista, sus efectos negativos suelen ser limitados, ya que los agentes pueden ajustar sus comportamientos (salarios, contratos, tipos de interés).

Sin embargo, si la inflación es alta e imprevista, puede tener efectos negativos significativos:

  • Pérdida de poder adquisitivo: especialmente para quienes tienen rentas fijas o que no se ajustan rápidamente a la inflación.
  • Incertidumbre: cuando los precios cambian continuamente, se genera incertidumbre sobre el futuro de la economía, dificultando la toma de decisiones de consumo, ahorro e inversión. Esto puede afectar negativamente al crecimiento económico y al empleo.
  • Distorsión de precios relativos: no todos los precios suben al mismo ritmo, lo que puede llevar a una asignación ineficiente de recursos.
  • Pérdida de competitividad internacional: si la inflación de un país es superior a la de sus socios comerciales, sus productos se encarecen y pierde competitividad.

15. Colectivos perjudicados y beneficiados por la inflación

La inflación no afecta a todos por igual. Generalmente:

Colectivos perjudicados por la inflación:

  • Ahorradores y prestamistas (acreedores): se ven perjudicados si la inflación es superior a la esperada o al tipo de interés obtenido. El dinero que ahorraron o prestaron pierde valor real. Cuando los prestamistas recuperan su dinero, este tiene menos poder adquisitivo que cuando lo prestaron, si el tipo de interés no compensó la inflación.
  • Pensionistas y trabajadores con rentas fijas o salarios de lenta actualización: estos colectivos (a menudo denominados los más débiles en este contexto) se ven perjudicados cuando sus ingresos (pensiones, salarios) no aumentan en la misma proporción que los precios, lo que reduce su poder adquisitivo.

Colectivos beneficiados por la inflación (o menos perjudicados):

  • Prestatarios o deudores: se ven beneficiados (o menos perjudicados) si la inflación es superior a la esperada. La cantidad de dinero que deben devolver pierde valor real con el tiempo, por lo que el coste real de su deuda disminuye (devuelven dinero con menor poder adquisitivo).
  • Poseedores de activos reales (bienes inmuebles, etc.): el valor de ciertos activos físicos tiende a aumentar con la inflación, protegiendo su riqueza. En contextos de alta inflación, las inversiones en activos refugio o de carácter especulativo pueden parecer más rentables, aunque también conllevan riesgos.
  • El Estado (como deudor neto): si el Estado tiene una deuda importante, la inflación puede reducir el valor real de esa deuda.

16. La política monetaria de la zona euro

La política monetaria consiste en el conjunto de decisiones y acciones que la autoridad monetaria (generalmente el banco central) lleva a cabo sobre el tipo de interés y la oferta monetaria, con el objetivo principal de mantener la estabilidad de precios. Objetivos secundarios pueden ser facilitar el crecimiento económico sostenible y el pleno empleo.

En los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM) que han adoptado el euro, la autoridad monetaria es el Eurosistema. Esta institución está integrada por el Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort, y los bancos centrales nacionales (BCN) de los Estados miembros de la zona euro.

El Consejo de Gobierno del BCE es el órgano rector que adopta las decisiones de política monetaria para la zona euro, y los BCN las ejecutan de manera descentralizada.

Las funciones básicas del Eurosistema son:

  • Definir y ejecutar la política monetaria única para la zona euro.
  • Realizar operaciones de cambio de divisas y gestionar las reservas oficiales de divisas de los países de la zona euro.
  • Emitir los billetes de curso legal en la zona euro (los BCN acuñan las monedas).
  • Promover la estabilidad del sistema financiero.
  • Promover el buen funcionamiento de los sistemas de pago.

17. Los instrumentos de la política monetaria de la UEM

El Eurosistema utiliza principalmente los siguientes instrumentos para aplicar su política monetaria:

  • Operaciones de mercado abierto: son la principal herramienta. Consisten en la compra o venta de activos financieros por parte del banco central a los bancos comerciales, o la concesión de crédito a estos. Las más importantes son las operaciones principales de financiación (OPF), que se realizan mediante subastas semanales y proporcionan la mayor parte de la liquidez al sistema bancario, influyendo en los tipos de interés.
  • Coeficiente legal de reservas (o coeficiente de caja): es el porcentaje de los depósitos y otros pasivos que los bancos comerciales deben mantener obligatoriamente como reservas en el banco central. Si el BCE aumenta este coeficiente, los bancos disponen de menos dinero para prestar, lo que disminuye su capacidad de crear dinero bancario y, por tanto, reduce la oferta monetaria (y viceversa). Actualmente, su papel es menos activo que el de las operaciones de mercado abierto.
  • Facilidades permanentes: son operaciones que las entidades bancarias pueden realizar por iniciativa propia para ajustar su liquidez diaria con el banco central. Existen dos tipos:
    • La facilidad marginal de crédito: permite a los bancos obtener liquidez a un día del BCE a un tipo de interés preestablecido (generalmente el techo para los tipos de interés del mercado a un día).
    • La facilidad de depósito: permite a los bancos realizar depósitos a un día en el BCE a un tipo de interés preestablecido (generalmente el suelo para los tipos de interés del mercado a un día).

18. Tipos de política monetaria

Según los objetivos que persiga el banco central en un momento dado, la política monetaria puede ser:

Política monetaria expansiva

Su finalidad es estimular la economía, fomentar el crecimiento económico y crear empleo, especialmente en situaciones de recesión o bajo crecimiento. Para ello, el Banco Central puede tomar medidas como:

  • Bajar los tipos de interés de referencia: esto abarata el coste del crédito para bancos, empresas y particulares.
  • Aumentar la oferta monetaria: por ejemplo, comprando activos financieros (inyectando liquidez en el sistema) o prestando más dinero a los bancos.
  • Disminuir el coeficiente de caja: para que los bancos tengan más dinero disponible para prestar.

Con tipos de interés más bajos y mayor disponibilidad de crédito, las empresas tienen más incentivos para invertir en sus negocios y los consumidores para comprar bienes y servicios. Ambas medidas favorecen el aumento del consumo y la inversión, lo que provoca un incremento de la demanda agregada y, con ello, de la producción y el empleo.

Política monetaria restrictiva (o contractiva)

Su finalidad principal es controlar la inflación cuando los precios están subiendo de forma excesiva y amenazan la estabilidad económica. Para ello, el Banco Central puede:

  • Subir los tipos de interés de referencia: esto encarece el crédito y desincentiva el gasto.
  • Reducir la oferta monetaria: por ejemplo, vendiendo activos financieros (drenando liquidez del sistema) o prestando menos dinero a los bancos.
  • Aumentar el coeficiente de caja: para que los bancos tengan menos dinero para prestar.

De esta manera, se busca enfriar la economía, frenando el consumo y la inversión para reducir las presiones inflacionistas. Sin embargo, estas medidas pueden tener consecuencias negativas a corto plazo en la producción y el empleo, al desacelerar la actividad económica.

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