Fundamentos de Producción y Empresa: Eficiencia, Productividad y Costes

Producción y Empresa: Conceptos Fundamentales

División del Trabajo y Especialización: La Interdependencia Económica

Si nos remontamos a los inicios de la humanidad, las sociedades que existían eran las economías de subsistencia o autosuficientes. Es decir, los seres humanos se encargaban cada uno de producir todo lo que iban a consumir.

Sin embargo, si los seres humanos se dedican a producir todo lo que necesitan, podrán realizar muy pocas actividades y, por tanto, satisfacer solo las necesidades más básicas. La razón es que cada individuo tendrá que realizar muchas tareas para las que no es muy habilidoso, y además perderá tiempo en el cambio de tareas.

Pero si los individuos se organizan en sociedades y reparten las tareas, no hace falta que produzcan cada uno todo lo que necesitan, sino que pueden producir una cantidad reducida de bienes y recurrir al intercambio. Esto permite a los individuos:

  1. Especialización en tareas concretas, de modo que ya no tengan que preocuparse por producir todo aquello que quieren consumir. Es decir, nadie produce todos los bienes que precisa para satisfacer sus necesidades. Además, con la especialización, las personas pueden dedicarse a la tarea que mejor saben hacer, según sus cualificaciones y recursos. Es obvio que no todos tenemos la misma capacidad para hacer todo: unos son buenos en matemáticas, otros en letras, etc. La idea básica es que, si soy muy bueno cazando, dedique todas mis horas de trabajo a cazar, de manera que luego pueda intercambiar la comida por otros bienes que no soy bueno produciendo, como ropa, por ejemplo.

    La especialización no se basa solo en las diferencias personales, sino que las acentúa. Si soy el mejor haciendo una tarea y me especializo en hacer solamente esa, cada vez la haré mejor. El resultado es que la producción total es mucho mayor que si todos produjéramos cada uno de los bienes que necesitamos.

  2. La especialización lleva a la división del trabajo. Los bienes no son producidos al completo por una persona, sino que cada uno se especializa en una tarea. Por tanto, procesos de producción complejos pueden ser divididos en tareas sencillas que puedan realizarse de forma repetitiva. En una panadería, unos trabajadores amasan, otros manejan los hornos, otros transportan y hay quien vende al público.

Pero, además, la división del trabajo hace que los individuos se especialicen todavía más, porque a medida que realizan la misma tarea una y otra vez, sin duda acabarán haciéndola cada vez mejor.

Evidentemente, la segunda propuesta (dividir las tareas) fue un éxito rotundo de nuestra miniempresa. Los alumnos se especializaron en aquellas tareas que mejor sabían hacer (lo cual aumentó la cantidad de vasos producidos) y las tareas de producción se dividieron en tareas que se pudieron hacer de manera sencilla y repetida (aumentando todavía más la producción). A medida que los alumnos repetían las acciones y “les cogían el truco”, eran más y más rápidos.

Ventajas e Inconvenientes de la Especialización y División del Trabajo

Las ventajas de la especialización y la división del trabajo son, obviamente, que podemos producir muchos más bienes que si cada individuo tuviera que producirse cada uno de los bienes que quiere consumir.

Razones del Intercambio y Aumento de Productividad

El intercambio es ventajoso porque ambas partes salen ganando, ya que pueden especializarse en la obtención de unos pocos bienes y aumentar su eficiencia (productividad), es decir, obtener más unidades con el mismo esfuerzo. Si aquellos que son mejores construyendo casas o recolectando alimentos se especializan en ello, obtendrán más bienes que si todos hacemos todas las tareas. Todo ello supone un aumento de la productividad del trabajador por tres causas:

  • Eleva la habilidad del trabajador.
  • Disminuye la pérdida de tiempo (al no tener que cambiar de tareas).
  • Existe más facilidad de innovación. Es más fácil crear máquinas y herramientas que faciliten hacer una tarea pequeña.

Inconvenientes de la Especialización Excesiva

Los inconvenientes de una especialización excesiva son:

  • El trabajo puede llegar a ser muy repetitivo y aburrido. Este hecho suele estar muy relacionado con el absentismo laboral. El absentismo laboral, es decir, la ausencia al trabajo cuando estaba prevista la asistencia, se ha disparado en 2016 y supera ya los niveles previos a la crisis. Se cifra en 72.500 millones de euros su coste total, una cantidad de la que consideran podrían recuperarse hasta 18.000 millones para dar un respiro a la Seguridad Social.
  • Existe interdependencia económica. Los individuos ya no producen por sí mismos todos los bienes que necesitan. ¿Qué ocurre si otra persona no produce lo que yo deseo? Es decir, dependemos de otros individuos que produzcan los bienes que nosotros deseamos. Esto puede ser especialmente peligroso en caso de que dependamos de bienes básicos para sobrevivir, como por ejemplo la alimentación.

Interdependencia Económica: Concepto y Soluciones

Acabamos de ver cómo la especialización y la división del trabajo llevan a una gran interdependencia económica entre todos los agentes de una sociedad. Esta interdependencia se ve en un doble sentido:

En primer lugar, si una persona no produce prácticamente nada de lo que necesita para su consumo, ¿cómo sabemos qué bienes y en qué cantidad producir?

Se hace necesario algún mecanismo que ponga en contacto a productores y consumidores, para asegurar que lo que unos producen coincida con lo que otros desean consumir, tanto en cantidad como en calidad. La solución a esta cuestión son los mercados y el mecanismo de precios, el cual vimos cómo funcionaba al estudiar la mano invisible de Smith.

En segundo lugar, al dividir la producción de un bien en muchas tareas más pequeñas (por ejemplo, para producir una casa, unos se especializan en poner ladrillos, otros en manejar las grúas, otros diseñan los planos, etc.), ¿cómo sabemos si se están realizando todas las tareas necesarias? Es posible que se amase más harina de la luego necesaria para hornear, por ejemplo.

Es necesario coordinar todas las acciones de todas las personas que contribuyen a su fabricación, para que se realicen las tareas justas y necesarias para llevar a cabo la producción. Esta labor la realizan las empresas.

Los mercados y las empresas son, por tanto, imprescindibles para solucionar la interdependencia.

Como hemos dicho, esta gran interdependencia económica puede tener efectos negativos, ya que nos hace depender de otros países. Así, por ejemplo, si Estados Unidos tiene una crisis que eleve el precio de sus productos y genere mucho desempleo, el resto del mundo se puede ver afectado. El motivo es que dependemos de muchos productos producidos por ellos en los cuales no estamos especializados. Si aumentan sus precios, nosotros tendremos que seguir comprándolos, ya que no nos hemos especializado nunca en su producción, lo que provocará que nuestros precios también aumenten y pueda aumentar el desempleo.

Esto explica por qué las crisis pasan tan rápido de un país a otro.

Las Empresas y sus Funciones Clave en la Economía

Definición de Empresa

En el tema 2 vimos que la empresa era la unidad básica de producción. Ahora podemos ampliar la definición.

DEFINICIÓN: Es la unidad básica de producción que combina los factores productivos (tierra, capital y trabajo) para producir bienes y servicios. Todo ello es coordinado y dirigido bajo una serie de condiciones de riesgo.

Tal y como acabamos de ver, las empresas son claves para permitir la especialización y la división del trabajo y solucionar el problema de la interdependencia económica.

Funciones Esenciales de las Empresas

Las funciones de las empresas son totalmente imprescindibles en la sociedad, ya que cumplen las siguientes:

  1. Función de creación de valor. La empresa, para poder producir bienes y servicios, necesita el uso de unos factores productivos. Como veremos a continuación, estos factores productivos serán transformados hasta llegar al bien final. La idea básica es que el valor que tienen estos factores productivos (salarios de los trabajadores, precio de máquinas, fábricas, etc.) es inferior al valor del producto que producen. Por ejemplo, el precio de la madera, hierro, máquinas utilizadas y salario de los carpinteros necesarios para hacer una mesa es menor que el precio final de la mesa. Por tanto, la empresa crea valor.

    ¿Y por qué los consumidores van a comprar un bien más caro (como la mesa) que lo que han costado los factores productivos? Porque la empresa genera varios tipos de utilidad:

    • Utilidad de forma. En ocasiones, la empresa proporciona los bienes y servicios al cliente en una forma que sea más útil que las materias primas que se utilizan en la fabricación del producto mismo. Por ejemplo, cuando un cliente compra pan ya elaborado en lugar de comprar harina de trigo y los demás componentes para hacer pan para sí mismo.
    • Utilidad de lugar. Se produce cuando la empresa le acerca el producto al consumidor. El hecho de que tengamos tiendas de todo tipo cerca de nosotros (panaderías, carnicerías, tiendas de ultramarinos, tiendas de ropa, etc.) permite que no tengamos que hacer grandes desplazamientos para conseguir los productos que deseamos.
    • Utilidad de tiempo. Esta forma de utilidad implica que los productos o servicios sean distribuidos al cliente en el momento de la necesidad. De esta manera, nos ahorran el tiempo de tener que llevar a cabo la producción del bien en el momento que lo necesitamos.
  2. Función de riesgo. La empresa tiene que pagar todos los factores productivos cuando los utiliza para así poder producir los bienes y servicios. Sin embargo, los ingresos solo los recibe una vez que los bienes producidos son vendidos. La empresa asume un riesgo porque adelanta unas rentas a los factores productivos (trabajadores, por ejemplo) antes de saber si podrá vender los productos que estos producen, asumiendo por tanto un riesgo.
  3. Función social. Las empresas contribuyen a la sociedad de muchas maneras. Producen bienes de calidad para los individuos, generan empleo y permiten ofrecer una variedad donde los consumidores puedan elegir. Las empresas tienen una responsabilidad con la sociedad: deben tratar de no malgastar los recursos escasos, de no contaminar y de informar a todos sus consumidores. La suma de todo esto es lo que llamamos Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
  4. Función productiva. Esta última función es la que permite de manera directa solucionar el problema de la interdependencia. Las empresas son las encargadas de organizar los factores productivos, asignando las distintas tareas para poder llegar a obtener el bien o servicio final.

    Es decir, la empresa organiza el proceso productivo. Vamos a explicarlo más detenidamente.

El Proceso Productivo: De Factores a Bienes

DEFINICIÓN: Es aquel proceso que nos permite combinar una serie de factores productivos para transformarlos y conseguir los bienes que deseamos.

El proceso que elijamos es muy importante porque a partir de unos factores (trabajadores y máquinas, por ejemplo) podremos conseguir más o menos bienes. Dicho de otra manera, si nos dan unos factores determinados, hay procesos productivos que nos permitirán producir más.

Así, por ejemplo, hay muchas maneras en las que puedo ordeñar una vaca. La más tradicional consiste en un trabajador que directamente obtiene la leche estrujando y la deposita en un cubo (capital). Otra manera sería utilizar una serie de máquinas que obtengan directamente la leche de las vacas. Como ves, ambos procesos utilizan trabajadores y capital (un cubo o máquinas), pero obviamente la segunda permite ordeñar muchas más vacas.

La clave de todo proceso productivo es lo que llamamos tecnología.

Tecnología y Progreso Técnico: Impulsores de la Producción

DEFINICIÓN: La tecnología es la manera en la que combinamos los factores productivos. Cuanto mejor sea la tecnología, más bienes podré conseguir con mis recursos. Consistiría en decidir qué factores productivos en concreto vamos a utilizar, cuántos factores de cada tipo, qué es exactamente lo que van a hacer, cómo se van a situar en la producción, sus funciones, etc.

Incluso en el ejemplo de ordeñar las vacas a mano tenemos una tecnología. La tecnología (la manera de combinar los factores productivos) consiste en coger un trabajador y ordeñar las vacas una a una. Obviamente, el segundo proceso productivo (con máquinas) tiene una tecnología más avanzada, pero ambas tienen tecnología, no importa lo rudimentaria o avanzada que sea.

La mejora de la tecnología es muy importante para un país en general o una empresa en particular, ya que no solo la cantidad de recursos que posea el país influye en la cantidad de bienes, sino que también es importante la forma de combinarlos (tecnología).

En un supermercado, la mejora de la tecnología (el lector de código de barras) ha permitido mejorar el proceso productivo. Seguimos utilizando un trabajador y una máquina registradora como en los ultramarinos, pero la mejor tecnología (la manera en que los combinamos) permite producir mucho más.

De esta manera, cuando un país es capaz de mejorar su tecnología, decimos que existe progreso técnico.

DEFINICIÓN: El progreso técnico son las mejoras en los procesos productivos que permiten producir más con los mismos recursos.

La Importancia de la I+D+i para el Progreso

La I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) es el gasto que realizan muchas empresas o el Estado en investigación para adquirir conocimientos que puedan ser aplicados a mejorar productos o procesos productivos o a mejorar los ya existentes.

El gasto en I+D+i de un país se considera clave para poder tener progreso técnico (mejor tecnología) y, de esta manera, que la sociedad siga avanzando. Como veremos a continuación, este será una de las claves de las posibilidades de producción de un país.

Es, sin duda, un factor clave para mejorar la eficiencia, aspecto que abordamos en el siguiente punto.

Eficiencia Técnica y Económica en la Producción

Desde un punto de vista general, ser eficiente consiste en obtener el máximo posible con los recursos que tenemos, o bien conseguir un objetivo utilizando los menos recursos posibles.

Hemos visto que para obtener un producto tenemos la posibilidad de utilizar varias técnicas de producción (vimos, por ejemplo, que hay varias maneras de ordeñar una vaca), pero obviamente tenemos que elegir una.

¿Cómo decidimos qué técnica de producción utilizar?

Imagina que en nuestra empresa de cortar fruta tenemos que decidir entre dos técnicas:

  • A: Los trabajadores realizan todas las tareas.
  • B: Cada trabajador realiza solo una tarea.

De entre todas las técnicas, elegiremos aquella que sea la más eficiente. Es decir, aquella que:

  • Obtiene la máxima cantidad de productos (outputs) para un nivel de recursos productivos dados (inputs). Es decir, si la técnica A utiliza 10 trabajadores para producir 100 productos y la técnica B utiliza los mismos 10 trabajadores, pero obtiene 150 productos, elegiremos la B, ya que obtiene más con los mismos recursos.
  • Utiliza la menor cantidad de factores productivos (inputs) aplicados para alcanzar un determinado nivel de productos (outputs). Es decir, si dos técnicas A y B producen ambas 100 productos, pero la técnica A utiliza 10 trabajadores y la B utiliza 15, elegiremos la técnica A, ya que puede producir lo mismo con menos recursos.

Por lo tanto, para valorar la eficiencia de cualquier sistema productivo es necesario comparar los factores productivos empleados con el nivel de bienes y servicios producidos.

Volviendo al ejemplo de ordeñar vacas, vamos a suponer que podemos usar tres técnicas de producción. En unas se usan más trabajadores y en otras más máquinas, pero todas ellas llegan al mismo resultado: se ordeñan 800 vacas.

Vale, me queda claro, elegiré la técnica más eficiente. ¿Te imaginas ya la siguiente pregunta, no?

¿Qué técnica es más eficiente?

Para saber qué técnica es más eficiente, lo primero que tenemos que saber es que hay dos tipos de eficiencia.

Eficiencia Técnica: Optimización de Recursos

La eficiencia técnica indica que no se están desaprovechando recursos. Es decir, que no podemos producir una cantidad de productos con menos recursos. La eficiencia técnica, por tanto, compara recursos (capital y trabajo en nuestro ejemplo) con unidades totales producidas (número de vacas ordeñadas).

Eficiencia Económica: Minimización de Costes

La eficiencia económica nos indica que una técnica es la más barata a la hora de producir. Por tanto, la medimos en euros.

Vamos a verlo detenidamente:

A) La Eficiencia Técnica

Si solo tuviéramos un factor productivo (el trabajo, por ejemplo), sería muy fácil responder a esta pregunta. Si todas las técnicas ordeñan 800 vacas, la más eficiente es la que utiliza menos trabajadores.

El problema es que en la mayoría de ocasiones nos encontramos con varios factores productivos. ¿Qué es mejor, utilizar una técnica que utiliza menos trabajadores o una que utiliza menos máquinas? La respuesta clave es: desde el punto de vista técnico, da igual.

Una técnica de producción NUNCA va a ser más eficiente técnicamente que otra si utiliza más de todos los factores de producción. La técnica C está desaprovechando sus recursos, ya que utiliza tanto más trabajadores (6) como más máquinas (5) que la técnica A y B para producir lo mismo (800 vacas).

Una técnica tampoco será eficiente si utiliza la misma cantidad de algunos factores productivos y más de los demás. La técnica D, por tanto, tampoco es eficiente porque, aunque utiliza los mismos trabajadores (4) que la técnica A, necesita una máquina más. Por tanto, la técnica D despilfarra recursos, porque podría conseguir lo mismo con los mismos trabajadores y una máquina menos.

RECUERDA: Una técnica de producción es eficiente técnicamente cuando no despilfarra recursos.

Aunque la técnica E parece descabellada (una cantidad desproporcionada de trabajadores), tampoco la podemos descartar. ¿Qué pasaría si los trabajadores costaran 1 euro y las máquinas 100? En ese caso, esta técnica, por desproporcionada que parezca, sería mejor. Desde el punto de vista técnico, la técnica E es eficiente, ya que es la que menos trabajadores usa, y por tanto no hay ninguna técnica que use menos de los dos factores productivos de los que usa E.

B) Eficiencia Económica

La eficiencia técnica nos ha dicho qué técnicas no suponen un despilfarro de recursos. Sin embargo, hemos visto que no podemos elegir entre las técnicas A o B. Una utiliza más trabajadores y la otra más máquinas, pero no sabemos cuál va a costar menos dinero.

Aunque lo lógico es que la técnica E no sea la más barata, tampoco podemos descartarla aún.

Lo que necesitamos en la eficiencia económica es conocer el precio de los factores productivos. De esta manera, al multiplicar la cantidad de factores utilizados por su precio, sabremos el coste total de cada técnica.

¿Tengo que calcular el coste de cada técnica? No, si una técnica NO era eficiente técnicamente es que estaba despilfarrando recursos y, por tanto, usa más factores productivos, por lo cual siempre va a ser más cara. Solo calcularé el coste de las técnicas eficientes técnicamente.

Vamos a suponer que el salario del trabajador es 8 euros la hora y el del alquiler de la máquina es 10.

Así, el coste de la técnica A será de 4 trabajadores multiplicado por su salario (8) sumado al número de máquinas que usa (3) multiplicado por el coste de alquilarla (10).

Calculando los costes totales de producción, deducimos que la empresa que ordeña vacas escogerá la técnica B para llevar a cabo su proceso productivo, ya que además de ser eficiente técnicamente lo es económicamente, puesto que de las tres es la que supone un menor coste para la empresa.

RECUERDA: Una técnica es eficiente económicamente cuando el coste de producción es el menor de todas las técnicas posibles.

Te habrás dado cuenta de lo importante que es la eficiencia para una empresa (para ahorrar dinero) y también para un estudiante (para ahorrar tiempo). Ahora llega el momento de hablar del hermano gemelo de la eficiencia: la productividad.

Productividad: Medida del Rendimiento Económico

Definición y Cálculo de la Productividad

En el apartado anterior hemos aprendido que el objetivo de cualquier proceso productivo es ser lo más eficiente posible, entendido esto como obtener el máximo provecho de nuestros recursos.

DEFINICIÓN: La productividad es el indicador que nos va a medir la eficiencia. Es decir, nos mide la producción que estamos obteniendo con los factores productivos que estamos utilizando. Es, por tanto, una medida que nos indica el rendimiento de los factores productivos.

  • Por tanto, la productividad del trabajo nos indica cuántos productos estamos obteniendo por cada trabajador utilizado.
  • La productividad del capital nos indica cuántos productos estamos obteniendo por cada máquina utilizada.

Es importante no confundir producción y productividad. La producción nos indica la cantidad total de productos obtenidos. La productividad muestra cuántos productos obtenemos por cada factor utilizado.

Así, podemos calcular la productividad de los diferentes factores de la siguiente manera:

Productividad = Producción total / Factor productivo utilizado

Si volvemos al ejemplo de las vacas ordeñadas, podemos ver la productividad que tenían en cada técnica los trabajadores y las máquinas.

Como podemos ver, en la técnica A los trabajadores producen cada uno 200 vacas ordeñadas. Sin embargo, en la técnica B son más productivos, ya que son capaces de producir 266 vacas ordeñadas cada uno. Sin duda, la clave es que cuenta con una máquina más, lo que les permite producir lo mismo (800 vacas) siendo un trabajador menos. Como vemos más adelante, el capital permite aumentar la productividad de los trabajadores.

De la misma manera, se puede aplicar al estudio y comprobarías que tus amigos son mucho menos productivos que tú estudiando en la biblioteca. Podemos calcularlo usando las mismas fórmulas.

Efectivamente, mientras eres capaz de estudiar 6 folios cada hora, ellos solo estudian medio folio (0,5) en la misma hora. Sin duda, eran mucho menos productivos (¡qué paquetes!).

Como te estarás dando cuenta, la productividad es muy importante tanto para las empresas como para las personas. Si eres capaz de producir más en una hora que otros trabajadores, podrás o bien tener más tiempo para descansar o bien podrás emplearlo en hacer otras funciones en la empresa. Te convertirás en alguien más valioso para la empresa, lo cual se podrá traducir en mayores salarios.

Por supuesto que la productividad es crucial para una empresa. A medida que sus factores sean cada vez más productivos, una empresa aumentará su producción y, por supuesto, tendrá más beneficios.

Ahora que te das cuenta de lo importante que es la productividad, y que ser productivos puede aumentar nuestro bienestar, seguro que hay una pregunta que te asalta:

¿Cómo aumentamos la productividad?

Estrategias para Aumentar la Productividad

De manera general, como país, podemos mejorar la productividad de tres maneras:

  1. Invertir en capital humano.

    Si los trabajadores tienen mejor formación, serán capaces de producir mejor y más rápido. En este sentido, el gasto en educación de un país y los cursos de formación a los trabajadores permiten que sus ciudadanos sean más productivos.

    ¿A que ya sabes qué tienes que hacer para ser más productivo? ¡ESTUDIA! Lo diré otra vez: ¡ESTUDIA!

  2. Invertir en capital físico (máquinas). Acumulación de capital.

    Si los trabajadores tienen mejores máquinas y herramientas, sin duda que serán capaces de producir mucho más rápido y, por tanto, serán más productivos. Así, por ejemplo, los tractores han permitido a los agricultores ser capaces de producir en una hora lo que antes hacían en semanas.

  3. Invertir en investigación.

    Otra manera de aumentar la productividad es a través de la mejora de la tecnología. Para ello es clave el gasto en INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO (I+D). La investigación es clave porque permite el desarrollo de la ingeniería y la mejora o creación de nuevas máquinas que permiten producir mejor o más rápido. El gasto en I+D en España en 2016 ha sido de 6.500 millones de euros (3.000 millones menos que en 2009), por lo que muchos critican que debemos aumentar el gasto si queremos competir con el resto de países. Tal y como vimos, el lector de código de barras sin duda que aumentó la productividad de los dependientes.

La Función de Producción a Corto Plazo: Factores Fijos y Variables

Para explicar la producción de bizcochos de “DULCES TATA MARI”, vamos a partir del supuesto de que la empresa cuenta con un local de unas dimensiones determinadas. Por lo tanto, el tamaño es fijo y no se puede variar. Por supuesto que si la demanda fuera muy grande, la Tata Mari podría alquilar un local más grande y acondicionarlo, pero eso vamos a suponer que le llevaría un año. Es decir, no se puede cambiar el tamaño de la noche a la mañana.

Por lo tanto, a corto plazo la empresa cuenta con dos tipos de factores:

  • Factores fijos. Son factores que la empresa no puede modificar a corto plazo. En nuestro ejemplo, vamos a suponer que estos factores fijos son el local de la empresa y también los hornos con los que cuenta la empresa. Vamos a suponer que la Tata Mari compra dos hornos que caben exactamente en el local, de manera que es imposible meter ninguno más. El factor capital (local y hornos) será, por tanto, nuestro factor fijo.
  • Factores variables. Son aquellos factores que la empresa sí que puede variar de un día para otro. En la empresa Tata Mari, estos factores son los trabajadores, ya que siempre es posible contratarlos o despedirlos. El factor trabajo será nuestro factor variable.

Por tanto, si la Tata Mari quiere aumentar la producción de bizcochos, lo único que puede hacer es contratar a más trabajadores, ya que los demás factores son fijos a corto plazo.

La producción depende de los trabajadores, como se muestra en la tabla más abajo (Nota: la tabla no está incluida en el documento original). Esta relación entre factores productivos (trabajadores) y la producción de bizcochos es lo que llamamos la función de producción, que podemos representar gráficamente.

Como se observa en la tabla y en la función de producción, si la Tata Mari no contrata ningún trabajador, no producirá ningún bizcocho (lógico). A medida que nuevos trabajadores se unen a la empresa, la producción va aumentando. Sin embargo, podemos observar un momento en el que, al contratar un trabajador más, la producción no solo no sube, sino que baja.

Para entender este comportamiento, tenemos que explicar la productividad marginal y la productividad media.

Productividad Marginal y Productividad Media

Productividad Marginal: El Impacto del Último Factor

Según vimos en el tercer principio de la economía, “la clave está en el margen”, lo que suponía que había que estudiar los beneficios y costes de repetir una acción.

La productividad marginal nos indica cuánto aumenta el producto total (cuántos bizcochos más vamos a producir) cuando contratamos un trabajador más.

Si nos fijamos en la tabla (Nota: la tabla no está incluida en el documento original), la productividad marginal viene en la tercera columna, lo que nos permite diferenciar tres etapas en la producción:

  • ETAPA 1: Cuando la empresa empieza a contratar trabajadores, la producción empieza a crecer cada vez más. Así, el primer trabajador aumenta el producto total en 10 bizcochos, el segundo en 15 y el tercero en 20. Es decir, en ese tramo la productividad marginal es creciente (10-15-20).
  • ETAPA 2: Llega un momento, a partir del cuarto trabajador, donde cada vez que contrato una nueva persona, la producción total aumenta, pero cada vez menos. Así, el cuarto trabajador aumenta la producción en 15 bizcochos (el tercero eran 20), el quinto en 10 y el sexto en 0. Es decir, la productividad marginal es decreciente (15-10-0).
  • ETAPA 3: Al añadir un nuevo trabajador, la producción total de bizcochos no solo no aumenta, sino que disminuye. Es lo que ocurre al contratar al séptimo trabajador, donde la productividad marginal es -5, ya que el producto total disminuye de 70 a 65.

¿Y si no tenemos datos de que los trabajadores aumenten uno a uno?

No pasa nada, en ese caso lo que haremos es tener en cuenta cuánto aumenta el producto total y dividirlo por el número de trabajadores que esté aumentando. La fórmula sería la siguiente:

Productividad Marginal = (Cambio en la Producción Total) / (Cambio en el Número de Trabajadores)

Vamos a verlo con un sencillo ejemplo:

Como vemos, la productividad marginal de los tres primeros trabajadores es de 10. Como el producto total ha aumentado 30, si lo dividimos entre los tres trabajadores, cada uno de ellos habrá aumentado el producto total en 10. De la misma manera, los siguientes siete trabajadores (desde 3 hasta 10) contribuyen a aumentar la producción en 140 bizcochos (al pasar de 30 a 170). Si dividimos 140 entre los siete trabajadores, cada uno habrá aumentado el producto total en 20 bizcochos.

Productividad Media: Rendimiento por Unidad de Factor

Este concepto lo hemos trabajado anteriormente cuando hablamos de eficiencia.

La productividad media es el indicador que nos va a medir el rendimiento de los trabajadores. Por tanto, la productividad del trabajo nos indica cuántos bizcochos estamos obteniendo por cada trabajador utilizado.

Como vimos en la tabla inicial (Nota: la tabla no está incluida en el documento original), la productividad media de un solo trabajador es de 10 bizcochos, que coincide con el producto total. Cuando son dos trabajadores, la producción total aumenta hasta 25, y por tanto la media de esos dos trabajadores será de 12,5. El punto en el que los trabajadores son más productivos es cuando la producción es de 60 bizcochos, ya que la productividad media es la más alta en esa producción (también con 45 bizcochos la productividad media es 15).

El punto en el que la productividad media es la más alta es el que llamamos óptimo técnico. En ese nivel de producción de bizcochos es cuando los trabajadores son más productivos.

¿Y por qué pasa esto?

La Ley de Rendimientos Decrecientes: Limitaciones a Corto Plazo

Tal y como hemos visto, la producción de bizcochos empieza creciendo cada vez más hasta el tercer trabajador, pero a partir de ahí la producción, aunque sigue creciendo, cada vez lo hace menos. A partir del séptimo trabajador, la producción no solo aumenta, sino que disminuye. ¿Cómo puede ser que aumentando los trabajadores se produzca menos? Lo explicamos con la Ley de los rendimientos decrecientes.

La Ley de los rendimientos decrecientes afirma que si aumenta la cantidad de uno de los factores productivos (el trabajo), pero el resto se mantiene constante (el capital), la producción total aumentará de forma cada vez más lenta hasta dejar de crecer, pudiendo incluso disminuir. El motivo es que, como los factores fijos no se pueden variar (los hornos y el local), los trabajadores no tendrán con qué producir.

Explicación de la ley en nuestro ejemplo: Cuando la Tata Mari contrata su primer trabajador, este tiene que hacer todo. El trabajador tendrá que cocinar los bizcochos, meterlos en el horno e ir a atender a los clientes. Como vimos en el primer punto del tema, al tener que hacer todas las tareas, perderá tiempo y solo producirá 10 bizcochos.

Sin embargo, cuando la Tata Mari contrata nuevos trabajadores, estos se especializan, se dividen las tareas y cada uno se dedica a una cosa: uno cocinará, otro horneará, etc. De esta manera, los trabajadores se vuelven más productivos; el segundo permitirá aumentar la producción en 15 bizcochos y el tercero en 20.

El problema es que los trabajadores cuentan con unos hornos limitados (factor fijo), de manera que llega un momento en que estos están ocupados cuando los necesitan, es decir, otro trabajador lo está usando. Por tanto, cada trabajador nuevo se encuentra con más problemas para producir. El cuarto trabajador solo sumará 15, el quinto 10 y el sexto no podrá sumar nada porque no dispone de herramientas para producir.

¿Y por qué el séptimo trabajador resta producción? Bueno, si el local de la Tata Mari es muy pequeño, puede ser que los trabajadores empiecen a molestarse, y no solo no aumentemos la producción, sino que la disminuyamos.

Obviamente, esta ley solo se puede dar a corto plazo, ya que a largo plazo la empresa siempre tendrá tiempo para variar esos factores fijos. Veamos qué pasa a largo plazo.

La Producción a Largo Plazo: Economías y Deseconomías de Escala

Si recuerdas, dijimos que en economía la única diferencia entre el corto y el largo plazo es la posibilidad de variar todos los factores. La Tata Mari no podría cambiar las dimensiones de su local de un día para otro, pero con la cantidad de tiempo necesario sí que podría hacerlo. Ese tiempo que necesita la Tata Mari para poder variar la fábrica (sus factores fijos) es lo que diferencia el paso del corto al largo plazo.

Si los bizcochos de la Tata Mari (que son sublimes) sufren un aumento muy grande de demanda, la empresa se planteará que tiene que aumentar la producción. Como hemos visto, a corto plazo la única posibilidad era aumentar el número de trabajadores. El problema es que hemos visto que a partir del cuarto trabajador, la productividad empieza a bajar y, como veremos en el punto siguiente, eso implica menos dinero. Pero a largo plazo la empresa podrá aumentar o disminuir todos sus factores.

Lo normal es que la empresa, si aumenta mucho la demanda, aumente el tamaño de la fábrica y contrate más trabajadores. Es decir, que aumente todos sus factores productivos.

Imagina que la Tata Mari tenía contratados cuatro trabajadores en su pequeño local donde cabía un horno, lo cual le permitía producir, como hemos visto, 60 bizcochos.

Ahora la Tata Mari, en el largo plazo, construye un local el doble de grande y puede meter dos hornos y además contrata ocho trabajadores. Como ves, los factores productivos son justo el doble. A continuación, vamos a suponer tres alternativas (A, B y C) que podrían ocurrir en cuanto a la producción de bizcochos:

Economías de Escala: Crecimiento Productivo

A) ECONOMÍAS DE ESCALA. Si la Tata Mari aumenta sus factores al doble, como ha hecho, y la producción aumenta más del doble (hemos pasado de 60 a 160 bizcochos), decimos que existen rendimientos crecientes a escala.

Como vemos, ahora nuestros trabajadores son más productivos (su rendimiento crece). Antes la productividad media era de 15 (60 bizcochos entre 4 trabajadores), ahora es de 20 (160 bizcochos entre 8 trabajadores). ¿Pero cómo puede ser esto posible si lo único que hemos hecho ha sido doblar los factores?

En este caso, los trabajadores se aprovechan de la división del trabajo que les permite el aumento del capital (el local y los hornos). Antes, probablemente los trabajadores se veían limitados con un solo horno, y ahora, al tener el doble de hornos, se pueden repartir mejor el trabajo y, al ser más productivos, la producción aumenta más del doble.

Deseconomías de Escala: Desafíos del Crecimiento

B) DESECONOMÍAS DE ESCALA. Ahora, cuando la Tata Mari aumenta los factores productivos al doble, la producción aumenta menos del doble (pasa de 60 a 100). En este caso, decimos que existen rendimientos decrecientes a escala.

Los trabajadores están siendo menos productivos (su rendimiento decrece), ya que la productividad media es de 12,5 bizcochos por trabajador (100/8). ¿Qué puede ocurrir para que, a pesar de aumentar los factores al doble, la producción aumente menos del doble?

Este es un caso que suele ocurrir cuando empiezan a haber problemas de dirección y gestión. El problema que puede tener la Tata Mari es que tal vez ahora necesite otro contable para llevar las cuentas, y tal vez otra persona más para dirigir a los trabajadores. Por tanto, varios de los trabajadores que está contratando no son para producir, sino que son para dirigir, por ello la producción no aumenta tanto.

Rendimientos Constantes de Escala: Proporcionalidad en la Producción

C) ECONOMÍAS CONSTANTES DE ESCALA. Si la Tata Mari aumentara sus factores al doble y la producción aumenta también el doble (pasamos de 60 bizcochos a 120), entonces decimos que hay rendimientos constantes a escala.

Por tanto, los trabajadores son igual de productivos (su rendimiento es constante), ya que siguen produciendo 15 bizcochos de media (120/8). ¿Cuándo ocurre esto?

Lo normal es que esto ocurra porque la Tata Mari ha hecho una réplica del anterior local. Si abrimos una tienda exactamente igual, lo normal es que la producción sea también igual.

Pero para saber cuánto tiene que producir la Tata Mari, tiene que pasar de la producción a los costes. ¡Vamos a por ello, que son pocos y huyen!

Costes de Producción: Fijos, Variables, Totales y Medios

Para conocer los costes de la empresa, tenemos que partir de la producción que hemos visto en el apartado anterior. ¿Qué son los costes de producción?

Los costes de producción de una empresa se pueden definir como el valor total de los factores productivos que hemos utilizado. De esta manera, recuerda que teníamos dos tipos de factores:

  • Factores fijos. Eran aquellos que la empresa no podía variar de un día para otro (como el local y el horno de la Tata Mari).
  • Factores variables. Podían modificarse cuando la empresa quisiera. En el caso de la Tata Mari eran los trabajadores.

Por lo tanto, podemos diferenciar tres tipos de costes:

  1. Costes fijos (CF). Son todos aquellos costes que provienen de los factores fijos de la empresa. La Tata Mari tiene que pagar un alquiler por el local de 75 euros al día y un alquiler del horno de 25 euros al día. Eso quiere decir que tanto si producen 1 bizcocho, como si producen 50 o ninguno, la empresa tendrá que pagar estos alquileres por valor de 100 euros diarios. Los costes fijos son independientes de la producción.
  2. Costes variables (CV). Son aquellos que dependen del volumen de producción de la empresa, es decir, estos costes no aparecen si no existe producción. La Tata Mari necesita comprar materias primas (chocolate, huevos, masa de bizcocho) y trabajadores para poder hacer sus bizcochos. Evidentemente, las materias primas que comprará y los trabajadores que contratará serán mayores si producen 100 bizcochos que si produce 5. Los costes variables aumentan o disminuyen con la producción.
  3. Coste total (CT). Es el valor total de todos los factores utilizados para producir el bizcocho. A corto plazo, al igual que hemos visto en la producción (en la que algunos factores permanecían fijos y otros variaban), existen costes fijos y costes variables, mientras que a largo plazo todos los costes, lo mismo que los factores, son variables. El coste total será la suma del coste variable y del coste fijo.

En nuestro ejemplo, los costes fijos de los alquileres serán de 100 euros al día y vamos a suponer que el coste de las materias primas necesarias para hacer cada bizcocho son 5 euros y el pago a cada trabajador es de 100 euros al día.

Como vemos en la tabla (Nota: la tabla no está incluida en el documento original), los costes fijos son independientes de la producción. Es decir, tanto si produce 70 bizcochos, 45 o 0, los costes de los alquileres serán 100 euros.

Los costes de los trabajadores, sin embargo, son variables, ya que puedo contratar a corto plazo de 1 a 7 trabajadores. De la misma manera, el coste de las materias primas también es variable, ya que si aumenta la producción de bizcochos también necesitaremos comprar más materias primas.

Por tanto, si produzco 25 bizcochos, tendré los costes fijos de 100 euros más los 125 de costes variables de las materias primas (5 euros por bizcocho) más los 200 euros de costes variables de los 2 trabajadores (100 euros cada uno).

CF = 100 euros

CV = 125 + 200 = 325 euros

CT = CF + CV = 100 + 325 = 425 euros. Que es el coste de producir 25 bizcochos.

Si representamos gráficamente las tres curvas, tenemos lo siguiente (Nota: la gráfica no está incluida en el documento original):

Si analizamos las tres curvas, vemos lo siguiente:

  • La curva de costes fijos es una línea recta horizontal, ya que el coste es siempre el mismo a cualquier cantidad de bizcochos que produzcamos.
  • La curva de coste variable es creciente con la producción de bizcochos. A medida que producimos más, nuestros costes variables (trabajadores y materias primas) aumentan.
  • La curva de coste total es la suma del coste variable y del coste fijo. Como el coste fijo es constante, la distancia entre el variable y el total es siempre la misma (100 euros que equivalen a los costes fijos).

Como vemos en la gráfica, la curva de coste total se empieza a hacer más inclinada a medida que vamos produciendo más bizcochos, justo lo contrario que la curva de producción total que vimos anteriormente, que se hacía cada vez más plana (llegaba incluso a disminuir). Para explicar las razones que llevan a que los costes se disparen hacia arriba, tenemos que entender dos conceptos clave: el coste medio y el coste marginal.

Coste Marginal y Coste Medio: Decisiones de Producción

La Tata Mari necesita conocer lo que le cuestan sus bizcochos para saber cuántos producir y a qué precio venderlos. Por ello, se debe hacer dos preguntas:

  • ¿Cuánto cuesta cada bizcocho?
  • ¿Cuánto le cuesta si produce un bizcocho más?

De primeras, puede que te parezca la misma pregunta, pero hay un matiz de diferencia que va a ser muy importante para la Tata Mari. Ese matiz es lo que diferencia el coste marginal y el coste medio.

Coste Marginal: El Coste de Producir una Unidad Adicional

Si recuerdas los principios económicos, el coste marginal nos muestra cuánto aumenta el coste total (en este caso de producir bizcochos) cuando repito una acción una vez más (en este caso, produzco un bizcocho más).

DEFINICIÓN: El coste marginal nos indica cuánto aumenta el coste total al aumentar una unidad de producción.

En nuestro ejemplo, sin embargo, no tenemos los aumentos de producción de uno en uno, sino que de 0 pasamos a 10 y de ahí a 25 y así hasta llegar a 70. ¿Cómo podemos saber cuánto aumenta el coste de un solo bizcocho?

En realidad, es muy fácil. Como ves en la tabla (Nota: la tabla no está incluida en el documento original), cuando producimos 0 bizcochos el coste es de 100 euros, y cuando producimos 10 el coste es de 250. Por lo tanto, al aumentar la producción en 10 bizcochos (de 0 a 10), el coste total aumenta 150 (de 100 a 250). De esta manera, si dividimos 150/10, sabremos que el coste que ha aumentado cada uno de estos 10 bizcochos es de 15 euros.

Tal y como vemos en la tabla y en la gráfica más abajo (Nota: la tabla y gráfica no están incluidas en el documento original), el coste marginal empieza disminuyendo. Producir los primeros 10 bizcochos aumenta el coste total en 15 euros cada uno, pero los siguientes 15 (hasta el total de 25) solo cuestan 11,6, y los siguientes 20 (hasta el total 45) solo 10 euros. Al principio, por tanto, el coste marginal de producir bizcochos es decreciente. Es decir, cada bizcocho que produzco me cuesta menos que el anterior. ¿Cómo es esto posible? ¿No deberían costar todos lo mismo?

No. La razón se debe a que, al principio, para bajos niveles de bizcochos, los trabajadores son muy productivos, se dividen las tareas y, por tanto, cada uno de ellos permite producir muchos bizcochos. Eso hace que la producción de cada trabajador aumente mucho (el producto marginal es creciente) y, por tanto, los costes de cada bizcocho disminuyan (el coste marginal es decreciente).

Sin embargo, a medida que la Tata Mari necesita más trabajadores, estos empiezan a molestarse entre sí, ya que no cuentan con capital suficiente (hornos e instalaciones). Eso hace que los nuevos trabajadores apenas produzcan bizcochos, es decir, el producto marginal es decreciente, y por tanto, como a los trabajadores hay que pagarles lo mismo, los nuevos bizcochos cada vez costarán más, por lo que el coste marginal será creciente.

Es decir, cuando los rendimientos de los trabajadores son crecientes (al dividirse el trabajo, cada vez son más productivos), los costes marginales serán decrecientes (cada vez es más barato producir).

Cuando los rendimientos de los trabajadores son decrecientes (los trabajadores se molestan y son cada vez menos productivos), los costes marginales serán crecientes (cada vez cuesta más producir un bizcocho).

Como vemos en la gráfica más arriba (Nota: la gráfica no está incluida en el documento original), a partir de 45 bizcochos los trabajadores empiezan a molestarse entre sí y pasamos de la etapa 1 a la etapa 2 de producción. Empieza, por tanto, la ley de rendimientos decrecientes. Los trabajadores son cada vez menos productivos y, por tanto, los costes cada vez crecen más.

Costes Medios: El Coste por Unidad Producida

Los costes medios es un concepto mucho más fácil de comprender. Nos indica cuánto nos cuesta por término medio producir cada bizcocho. Los costes medios son, por tanto, los costes por unidad de producción.

De esta manera, si la Tata Mari produce 60 bizcochos a 800 euros, el coste medio será de 800/60 = 13,33 euros por bizcocho.

Como veremos en el siguiente punto, se trata de un concepto muy importante. Si cada bizcocho cuesta 13,33 euros, la Tata Mari tendrá que venderlo a un precio más caro si quiere ganar dinero.

Cálculo del Beneficio Empresarial: Ingresos y Costes

El beneficio de una empresa nos indica cuánto dinero ganará una vez que ha pagado todos sus costes.

Por tanto, se entiende como beneficio la diferencia entre los ingresos totales y los costes totales:

BENEFICIO = INGRESO TOTAL – COSTE TOTAL

El ingreso total será la cantidad que la empresa obtiene por vender sus productos. Es decir, el precio del producto multiplicado por las unidades vendidas. En nuestro ejemplo, vamos a suponer que la Tata Mari pone un precio de 15 euros por bizcocho (es un bizcocho gigante, tú también pagarías 15 euros por él).

INGRESO TOTAL = PRECIO × CANTIDAD VENDIDA

Así, cuando la empresa vende 25 bizcochos a 15 euros cada uno, sus ingresos serán 375 euros. Si la empresa vende 60 bizcochos a 15 euros cada uno, sus ingresos serán 900 euros.

Si a estos ingresos les quitamos los costes de producir los bizcochos, obtendremos el beneficio.

Si el ingreso es mayor al coste, la empresa obtiene por los bizcochos más dinero que lo que le ha costado producirlos y diremos que hay beneficios. Si los costes de producir son mayores que los ingresos obtenidos por la venta de esos productos, diremos que hay pérdidas o beneficios negativos.

En la siguiente tabla (Nota: la tabla no está incluida en el documento original) podemos ver cuánto dinero gana y pierde la Tata Mari al producir diferentes cantidades de bizcochos.

Tal y como vemos, la Tata Mari pierde dinero para bajos niveles de producción. El motivo es que hay que hacer una inversión de 100 euros y, por tanto, si la empresa vende poco, no podrá recuperar esa inversión. Por ello, si produce 10 o 25 bizcochos, la empresa pierde dinero. Entonces, ¿cuándo gana dinero la empresa?

La Importancia del Coste Medio y Marginal en el Beneficio

El coste medio es, sin duda, un indicador totalmente fiable para saber si se gana o se pierde dinero. Si algo me cuesta producirlo de media 5 euros y lo vendo por 7, estaré ganando dos euros por cada producto. Si lo vendo por 4, estaré perdiendo 1 euro por cada venta.

Por eso, la empresa gana dinero siempre que el coste medio sea inferior a 15, ya que el bizcocho se vende a 15 euros. Si vemos la columna de coste medio (Nota: la tabla no está incluida en el documento original), cuando este es inferior a 15 euros, la empresa gana dinero; cuando es superior, la empresa pierde. Curiosamente, hay un punto donde la empresa tiene un coste medio de 15 euros, y por tanto ahí el beneficio será 0.

¿Y cuándo se gana más? Ahí la clave está en el coste marginal. Al principio hemos dicho que el coste marginal es decreciente, es decir, como los trabajadores son más productivos, cada bizcocho me cuesta menos que el anterior. Por tanto, mientras el coste marginal se encuentre por debajo del precio (15 euros), interesa seguir produciendo.

Las alarmas empiezan a sonar cuando el coste marginal sube. Cuando la empresa produce 45 bizcochos, el coste marginal es 10 euros, pero cuando producimos 60, el coste marginal es 11,6. ¿Me interesa seguir produciendo? La respuesta es sí. El motivo es porque 11,6 sigue siendo menos que el precio de 15. Por tanto, si vendo bizcochos a 15 euros y me han costado 11,6, mi beneficio seguirá aumentando (como así ocurre).

Solo cuando el coste marginal supera el precio es cuando se debe parar de producir, ya que se venderían esas unidades a menor precio de lo que costó producirlas. En el ejemplo no tenemos esta situación, pero no te preocupes que veremos problemas con ello.

Por último, cuando el coste marginal es igual al precio, se están vendiendo los últimos productos al mismo precio que lo que costó producirlos. Como ves, es lo que pasa cuando el coste marginal es 15. En ese punto, el beneficio es igual que la fila anterior.

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