Modelo de pedido optimo o modelo de wilson

Modelo de pedido óptimo o modelo de Wilson

El modelo de Wilson tiene como objetivo determinar el volumen o la cantidad de pedido que se quiere realizar, de tal manera que optimice el sistema de gestión de inventarios.

Este modelo es aplicable siempre que:

-La empresa se aprovisione por lotes de producto (comprados a los proveedores o fabricados por el departamento de producción)
De cantidad constante, que se ha de determinar.

-La demanda del producto (cantidades totales que se compran al proveedor o que se fabrican en producción) sea constante y conocida a lo largo de todo el periodo de gestión.

-El precio del producto y el plazo de aprovisionamiento sean constantes y conocidos.

Cuando el nivel de las existencias baja hasta el punto de pedido, se gestiona un nuevo pedido. El tiempo que transcurre entre la emisión del pedido y la recepción física del material es el plazo de aprovisionamiento, es decir, el tiempo que tarda el proveedor en entregar el material (parámetro que es fijo y conocido). Mientras la empresa espera a que se le entregue el pedido, el nivel de existencias baja (sin llegar a ser más bajo que el stock de seguridad) hasta que lo recibe.

El modelo de Wilson determina que el pedido óptimo es aquel que minimiza los costes de gestión de inventarios.

Modelo ABC de gestión de inventarios

Este modelo se utiliza para clasificar por importancia relativa las diversas existencias de una empresa cuando esta tiene unos inventarios con mucha variedad de productos y no puede destinar el mismo tiempo ni los mismos recursos a cada uno de ellos, ya que tienen una influencia diferente sobre la gestión de esos inventarios.

El modelo ABC se basa en clasificar las existencias en tres categorías:

Existencias A

Son los artículos más importantes para la gestión de aprovisionamiento, forman aproximadamente el 20% de los artículos del almacén y, en conjunto, pueden sumar del 60 al 80% del valor total de las existencias. Estas existencias hay que controlarlas y analizarlas estricta y detalladamente, dado que tienen el valor económico más relevante para el aprovisionamiento.

Existencias B

Son existencias menos relevantes para la empresa que las anteriores. A pesar de ello, se debe mantener un sistema de control, pero mucho menos estricto que el anterior. Pueden suponer el 30% de los artículos del almacén, con un valor de entre el 10 y el 20% del almacén.

Existencias C

Son existencias que tienen muy poca relevancia para la gestión de aprovisionamiento. Por tanto, no hay que controlarlas específicamente, es suficiente con los métodos más simplificados y aproximados. Representan aproximadamente el 50% de las existencias de la empresa, pero menos del 5 o 10% del valor total del almacén.

La idea que subyace tras el modelo ABC es que cada categoría de existencias requiere de un nivel de control diferente; cuanto mayor sea el valor de los elementos inventariados, más estrecho deberá ser ese control.

Como las existencias A suponen una mayor cantidad de recursos inmovilizados, deben ser controladas estrechamente; será necesario reducir las existencias de las mismas en la medida de lo posible y minimizar los stocks de seguridad. Esto suele requerir detallados pronósticos de la demanda, sistemas de inventario continuo y una minuciosa atención a las políticas de compra. Sin embargo, para los elementos de las categorías B y C, la mera observación puede ser un método de control válido; para ellas se pueden emplear modelos periódicos de inventario.


EI Sistema JIT (just-in-time) de gestión de inventarios

El sistema JIT (just-in-time) es un sistema integrado de gestión de producción y gestión de aprovisionamiento desarrollado en Japón en los años ochenta y posteriormente aplicado en EE. UU. Actualmente se utiliza en las principales empresas industriales a escala mundial.

El sistema JIT se fundamenta en el hecho de que la empresa no fabrica ningún producto hasta que no se necesita, es decir, hasta que no haya un pedido firme de clientes o una orden de fabricación. Este sistema tiene como objetivo básico reducir las existencias en inventario, relaciónándolas con la satisfacción inmediata de los pedidos de clientes o de las órdenes de fabricación. El inventario JIT es el nivel de existencias mínimo para mantener el funcionamiento de la producción y del aprovisionamiento de la empresa eficazmente.

La finalidad del sistema JIT es destinar el mínimo de recursos al mantenimiento de inventarios, reducir los plazos de producción y de entrega a los clientes (reaccionando ágilmente ante los cambios de la demanda) y disponer de un sistema integrado de calidad que identifique rápidamente los problemas operativos.

Para implementar un sistema JIT en una empresa es necesario que existan varios requisitos específicos:


Gran participación del personal para identificar problemas de producción y de aprovisionamiento, y para proponer soluciones rápidas y dinámicas.

-Desarrollar y disponer de aplicaciones importantes de ingeniería para adaptar Los sistemas de producción y de aprovisionamiento a las especificaciones y las necesidades del sistema.

-Aplicar un sistema de calidad total que incida en la mejora continua de los procesos de producción y aprovisionamiento.



1Valoración de las externalidades de la producción

La empresa y la protección del medio ambiente

La relación entre el medio ambiente y la actividad económica es muy estrecha: el medio ambiente proporciona los recursos para la producción de bienes y asimila los residuos. La actividad económica toma estos recursos y los transforma (los modifica, los reduce o los deteriora). Por ello, es importante que este intercambio (empresa-medio ambiente) sea regulado dentro de un marco general que promueva el sostenimiento de la actividad productiva y el mantenimiento de los recursos con el mínimo deterioro medioambiental.

Para conseguir este objetivo es necesario que la empresa integre de forma sistemática la gestión medioambiental en su estrategia y su organización. Esta integración puede tener diferentes grados de implantación y desarrollo, en función de la capacidad de la empresa y del sector de actividad en el que esté situada.

Se debe conseguir la incorporación de la gestión medioambiental en la empresa, impulsada por cuatro factores que estimulen esta implantación:

Normativa

La legislación es cada vez más restrictiva e incluye una creciente responsabilidad civil, penal y administrativa por los incumplimientos de la normativa medioambiental. Por otra parte, establece unos incentivos fiscales a las empresas que realicen inversiones en la protección del medio ambiente.

Sociedad

El deterioro del medio ambiente afecta a la imagen de la empresa y produce, por tanto, perjuicios económicos.

Factores económicos

La atención al medio ambiente puede contribuir a incrementar y a enriquecer las ventajas competitivas de la empresa.

Ética empresarial

Los empresarios y los directivos asumen valores éticos y de conciencia medioambiental, incorporando como objetivos de la empresa la reducción de los perjuicios contra el medio ambiente y la utilización racional de Los recursos.

Todos estos factores influyen en la empresa haciendo que altere su comportamiento e incorpore dos objetivos básicos de la gestión medioambiental: producir sin contaminar ni generar residuos y contribuir a no agotar los recursos naturales. La empresa que desarrolla procesos productivos y productos respetuosos con el medio ambiente y que colabora con el mantenimiento de los recursos naturales se puede decir que observa y pone en práctica una buena gestión medioambiental.

Externalidades y coste Social de la producción

Cuando una empresa fabrica un producto, genera una estructura de costes asociada a la utilización de los factores productivos, los asume internamente y los intenta recuperar con un cierto margen de beneficios. En este caso se trata de costes internos. Pero en muchos casos la actividad productiva provoca unos efectos que generan unos costes no incluidos en la estructura de costes de la empresa. Se trata de costes externos o costes sociales de la producción, debido a la existencia de externalidades negativas (contaminación, ruido, etc.). Por otra parte, también existen —aunque no en muchos casos- externalidades positivas, es decir, efectos beneficiosos para otras empresas o particulares a raíz del desarrollo de la actividad económica.

Si tomamos como ejemplo una empresa que se dedica a curtir pieles para fabricar artículos de piel, los costes para esta empresa son los derivados directamente de su actividad productiva, de remunerar los factores productivos (recursos naturales, trabajo y capital); es decir, son los costes internos o costes privados.

Sin embargo, esta empresa también produce otros costes añadidos a sus costes internos. Se trata de los costes de contaminación que genera la actividad productiva sobre el rio donde se arrojan los residuos de la producción. Esto es una externalidad negativa de la producción, es decir, son los efectos negativos de una actividad productiva sobre el entorno, y la empresa no los refleja en sus costes. Estos costes que provoca la contaminación del rio son costes externos de la producción, o costes sociales negativos de la producción, ya que no recaen sobre la empresa o sobre los consumidores de sus productos, sino sobre toda la sociedad.

Por esta razón, se debe comenzar a solucionar los problemas derivados de la contaminación y de la insuficiente protección del medio ambiente con la inclusión de estos costes sociales dentro de la estructura productiva de la empresa.

La industria del medio ambiente: oportunidades empresariales

El medio ambiente y su protección está de actualidad y la empresa que los incorpora y los integra dentro de su estructura de gestión de objetivos puede conseguir ventajas en su competitividad global en los siguientes aspectos: eficiencia productiva, prestigio ante los consumidores, mejora de la posición en el mercado y mayor credibilidad social.

En general, la sociedad exige a la empresa más compromisos medioambientales. Esto representa grandes esfuerzos en recursos, técnicas, equipos productivos, innovación e investigación; pero a su vez implica nuevas oportunidades de negocio, debido a que las nuevas tecnologías permiten desarrollar procesos productivos, productos y servicios nuevos.

Toda esta actividad en el ámbito de la protección del medio ambiente ha generado un nuevo mercado y ha potenciado el nacimiento de nuevas actividades económicas. Esta nueva industria del medio ambiente puede actuar por dos vías:

Reducción del impacto ecológico

Mediante la instalación de equipamientos que permiten el control y tratamiento de la contaminación. Lo llevan a cabo empresas productoras de tecnologías de depuración y de tratamiento final de residuos.

Protección del medio ambiente

Mediante la transformación de los procesos productivos, de la tecnología y de la organización de operaciones: se actúa sobre el origen del impacto ecológico, se limita la producción de contaminantes y se reduce el consumo de recursos. En este caso, se trata de sustituir cierta tecnología y ciertos recursos por otros con menos impacto medioambiental.

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