El Problema de la Carga de la Deuda Pública
El objetivo es identificar quién soporta los costes cuando el sector público no financia sus gastos vía impuestos. Por tanto, debemos conocer si la carga de la deuda recae sobre la generación actual o sobre las generaciones futuras. Sin embargo, nos encontramos con dos problemas:
- Definición de generación futura: Conjunto de individuos que no estaban presentes cuando el sector público (SP) decide emitir la deuda y, por tanto, no podían prestar su consentimiento a esta operación.
- Definición de carga de deuda: Recursos que pierde el sector privado al emprenderse un proyecto público financiado con deuda pública, reducción del consumo privado producida por el endeudamiento público, disminución en la utilidad, a lo largo de la vida de una generación, causada por la decisión de financiar el gasto público con deuda en lugar de con impuestos.
Teorías Económicas sobre la Carga de la Deuda
Existen diversas teorías que abordan la cuestión de la carga de la deuda, entre las que destacan:
- Los Clásicos
- Los Keynesianos
- La Teoría de Buchanan
- La Nueva Macroeconomía Clásica
Teoría de los Clásicos
Para los clásicos, la deuda pública es algo negativo: un gobierno que emite deuda está trasladando a las generaciones futuras la carga del gasto realizado en la actualidad. Solo debe utilizarse, según ellos, cuando se cubran inversiones suficientemente rentables como para que no suponga un cargo en el futuro o cuando el gasto financiado por la emisión de la deuda sea disfrutado por las generaciones futuras.
Teoría de los Keynesianos
Los keynesianos no se oponen al déficit público como instrumento de política fiscal. Para ellos, cuando el SP emite deuda en el interior del país, tenemos la deuda con nosotros mismos, pues unos miembros de la sociedad son los propietarios de los títulos. El efecto que se consigue con la deuda es absorber parte del ahorro, pero no reduce necesariamente el nivel de consumo del país, lo cual no es malo en momentos de recesión económica. Cuando la deuda es con el exterior, la generación presente no sufre carga alguna, pues permite el uso de recursos ajenos, sin renunciar a los propios o afectar a la economía nacional.
Teoría de Buchanan
Según la teoría de Buchanan, por carga de la deuda se entiende el sacrificio realizado, en términos de utilidad, por la generación presente o futura. Pero no puede afirmarse que quienes adquieren los títulos de la deuda sufran sacrificio alguno: su decisión es totalmente libre y responde a un plan de ahorro determinado de forma individual. En cambio, las generaciones futuras sí sufren la carga de la deuda porque con sus impuestos tendrán que pagar los intereses y la amortización. Ese aumento de impuestos no se habría producido si la generación actual hubiera pagado todos los gastos públicos con sus propios tributos. Por tanto, la generación futura sufre, sea deuda interna o exterior.
Nueva Macroeconomía Clásica
Barro plantea la cuestión de si debe hablarse de transferencia de carga de la deuda de la presente a la futura (la generación presente goza de previsión perfecta y se preocupa del bienestar de sus herederos, es decir, suponen expectativas racionales). La generación presente sabe que el endeudamiento supondrá un mayor nivel de impuestos futuros, por ello, incrementará el nivel de ahorro para legar a los herederos los medios necesarios para hacer frente al sobreesfuerzo fiscal. Por ello, la carga de la deuda recae sobre la generación actual. Obviamente, supone que la generación presente tiene capacidad de ahorro suficiente para legar lo suficiente a las generaciones futuras (cosa no contrastada con datos empíricos).
Teorema de la Equivalencia Ricardiana
David Ricardo, en el Teorema de la equivalencia, argumenta que resulta discutible que a la generación actual le preocupe tanto el porvenir de la siguiente. Además, no es sencillo valorar el importe de los impuestos futuros (crecimiento de la economía, sostenibilidad de la deuda…). A largo plazo, el ratio deuda/renta depende de la tasa de crecimiento de la economía y del tipo de interés del mercado, de modo que, aun teniendo un déficit primario (sin los intereses de la deuda pública < 0), el endeudamiento se puede ir eliminando paulatinamente sin necesidad de aumentar impuestos. En esas circunstancias, ni la generación actual sufre la carga de la deuda, ni tampoco la futura se enfrentará a impuestos mayores. La ratio entre deuda y renta nacional puede disminuir o aumentar a lo largo del tiempo, dependiendo de la tasa de crecimiento de la economía y del tipo de interés al que se emitan los títulos. Si la ratio crece, se dice que la deuda sigue una senda explosiva, mientras que si disminuye, se afirma que la deuda es sostenible (déficit primario > 0).