El empresario y la empresa: teorías, elementos, funciones y estrategias

La empresa

La empresa es una entidad que integra un conjunto de factores productivos que deben ser organizados y dirigidos de la mejor manera posible para, a través de los ingresos obtenidos por la venta de bienes y servicios, asegurarse un beneficio y alcanzar los objetivos marcados.

Teorías sobre el empresario

Teoría del empresario-riesgo de Knight. Para este autor la función más importante del empresario es la de asumir el riesgo de la actividad económica. El empresario invierte una cantidad cierta de dinero para asumir los costes de la actividad (pago de salarios, materiales, etc.), con la previsión de obtener unos ingresos, pero en situación de incertidumbre, ya que no se puede prever con exactitud la demanda que tendrá. Su papel consiste en medir y controlar esa incertidumbre para convertirla en situación de incertidumbre controlada, llamada riesgo. El beneficio que pueda obtener es la recompensa por dicho riesgo asumido.

Teoría del empresario innovador de Schumpeter. Para Schumpeter el empresario es, ante todo emprendedor al ser el motor de la empresa capitalista, y su aportación principal es su visión del empresario como innovador. El planteamiento es que, en situación de equilibrio, los empresarios obtienen un beneficio normal por su actividad económica y empresarial. En un momento determinado el empresario rompe dicho equilibrio gracias a la innovación, por ejemplo, desarrollando un nuevo producto. En ese momento comienza a obtener beneficios adicionales, extraordinarios, por encima de lo normal. Poco a poco los competidores irán copiando la innovación desarrollada por el empresario, hasta llegar a una nueva situación de equilibrio en la que todos obtengan nuevamente un beneficio normal para esa actividad. Por ello según esta teoría, la actividad del empresario es fundamental para que se produzca el desarrollo y la innovación; el beneficio que obtiene el empresario es la recompensa por ser el motor del avance tecnológico.

Teoría del empresario tecnócrata de Galbraith. Conforme las empresas van aumentando de tamaño, se hacen más complejas y aumentan las necesidades de capital, entrando varios inversores en la propiedad. Es complicado que todos estos se reúnan con frecuencia para llegar a acuerdos.

Además la gestión de estas empresas requiere conocimientos profesionales. Esto lleva a delegar la gestión de la empresa a un conjunto de expertos. Según Galbraith el poder económico de las organizaciones reside en lo que él llama la tecnoestructura, que son los directivos de las empresas, especialistas (abogados, economistas, ingenieros…) que tienen el poder ejecutivo y toman las decisiones referentes a la empresa. Además, Galbraith destaca que la división entre propietarios y directivos lleva a un conflicto en los objetivos empresariales: los propietarios desean la obtención de los mayores beneficios posibles, mientras que los directivos, que son los que toman las decisiones, tienen unos objetivos más amplios, como crecimiento de la empresa, prestigio personal etc.

Teoría del empresario líder de Bennis. Actualmente el empresario ha de ser innovador, además de ser un buen líder y un buen estratega para escoger los caminos adecuados para conseguir los objetivos. Cuando se habla de innovación se refiere a todas sus vertientes, es decir: innovación técnica (productos, procesos…), innovación de gestión (técnicas de dirección de empresa) y, si hablamos de liderazgo (hablaremos de ello más adelante), un líder ha de tener unas cualidades personales específicas para poder ejercer como tal.
El empresario como descubridor de oportunidades (Kizner). Kizner establecía que el empresario es aquel que está buscando continuamente nuevas oportunidades de negocio. De esta manera, el empresario intenta detectar aquellas necesidades que no están cubiertas. Por tanto, Kizner destaca la importancia de innovar, al igual que hacía Schumpeter.

Los elementos de la empresa

La empresa tiene como función principal la producción de bienes y servicios, y para ello cuenta con una serie de elementos:

  • Elementos materiales o capital físico: son los bienes económicos materiales de la empresa, visibles y tangibles (terrenos, locales, maquinaria, muebles, materiales, herramientas, materias primas, etc.). A su vez se clasifican en:
    • Capital físico no corriente, que son elementos que permanecen mucho tiempo en la empresa (una máquina)
    • Capital físico corriente, que son aquellos que se consumen en el proceso productivo o permanecen menos tiempo (materia prima)
  • Elementos humanos o capital humano: son las personas vinculadas directamente con la empresa. Distinguimos a:
    • Los dueños o propietarios: son los que aportan el capital y por tanto ostentan la propiedad de la empresa (socios, accionistas)
    • Los directivos: los encargados de la gestión y administración de la empresa. En ocasiones puede ser el mismo propietario, pero en empresas de cierto tamaño esto no suele darse (administradores)
    • Empleados: trabajadores de la empresa.
  • Elementos financieros o capital financiero: el dinero es importante en la empresa para adquirir el capital físico necesario para su funcionamiento. Además debe obtener dinero de las ventas, con el que pagar a sus trabajadores y a sus proveedores. El dinero incluye no sólo el efectivo, sino también otros medios de pago como cheques o transferencias.
  • Elementos inmateriales o intangibles: hace referencia a elementos de naturaleza inmaterial, fundamentalmente cuatro cosas:
    • Activos intangibles (programas informáticos, saber hacer)
    • Organización: el conjunto de relaciones de autoridad, de coordinación y de comunicación que configuran la actividad de las personas.
    • Cultura: valores y creencias que tiene la empresa y que transmite a sus empleados y clientes.
    • Imagen de la empresa (marca, logotipo, eslogan, pero también hace referencia a sentimientos y sensaciones que perciben los consumidores)
  • Entorno: todo aquello que rodea a la empresa. Se distingue entre entorno específico y genérico.

Funciones de la empresa

No cabe duda de la importancia de la empresa en la sociedad, es el motor de la actividad económica. Pero, además, ésta cumple una serie de funciones que vamos a ver:

  • Creación de valor: como ya hemos visto, la empresa adquiere una serie de inputs, y realiza un proceso de transformación del que obtiene unos outputs. El valor de los outputs obtenidos en dicho proceso es superior al valor que tenían inicialmente los inputs. El proceso empresarial ha generado un valor añadido, ha creado valor.
  • Función social: las empresas aportan multitud de beneficios para la sociedad, entre otros contribuyen al crecimiento económico, al desarrollo tecnológico, crean empleo, y ofrecen productos (bienes y servicios) con los que mejoran la calidad de vida de las personas.
  • Asunción de riesgos: las empresas asumen el riesgo de la actividad económica, es decir invierten dinero sin la certeza de obtener un beneficio por su actividad. Si las empresas no asumieran este riesgo no se llevarían a cabo las actividades económicas.
  • Coordinación y dirección de las actividades productivas: son las encargadas de organizar la mayor parte de las actividades productivas.

Objetivos de la empresa

Un objetivo se puede definir como una meta o resultado a alcanzar. Es evidente que la obtención de beneficio siempre estará presente en la empresa, es su razón de ser, y sin él la empresa no podría subsistir. La empresa debe ser capaz de generar un valor superior al gasto realizado para desarrollar su actividad. Sin embargo, la maximización del beneficio no es el único objetivo que puede plantearse la empresa, existen multitud de objetivos que pueden acompañar a la obtención del beneficio, incluso la empresa puede sacrificar la obtención de beneficio en un momento determinado en aras de alcanzar otros objetivos que, en un futuro, la conducirán a mejorar su situación y, en última instancia, su beneficio futuro. Para que los objetivos de la empresa sean adecuados y puedan ser evaluados deben cumplir una serie de características que llamamos SMART. S. Especifico. Debe ser concreto y fácil de entender. M. Medible. Debe poder ser medido. A. Alcanzable. Debe ser posible de conseguir con nuestros recursos. R. Relevante. Debe ser importante, e implicar un esfuerzo. T. Temporal. Debemos poner una fecha de tiempo para conseguirlo.

Objetivos cuantitativos

Son aquellos que pueden expresarse numéricamente. Destacan:

  • Maximización del beneficio. Ya hemos visto que la obtención de un beneficio es imprescindible para la supervivencia de la empresa. Además, tratará en ocasiones de que sea lo más alto posible.
  • Minimizar los costes: muy relacionado con el primero, ya que teniendo en cuenta que el beneficio es la diferencia entre los ingresos y los costes, al minimizar estos últimos conseguimos aumentar el beneficio. Pero también, el minimizar costes le permite a la empresa vender a un precio más bajo, y así ganar en competencia.
  • Aumentar el valor de mercado: hoy en día, muchas personas invierten en una empresa como socio o accionista con el objetivo de poder vender esa participación a mayor precio.
  • Crecimiento: consiste en aumentar el tamaño de la empresa para obtener una posición ventajosa en el mercado. En este tipo de objetivo las empresas están dispuesta a sacrificar parte de sus beneficios para crecer.
  • Cuota de mercado: la cuota de mercado es el porcentaje de las ventas de una empresa con respecto al total de las ventas del mercado. El objetivo de cuota de mercado tiene la intención de obtener una posición dominante con respecto a los competidores.
  • Aumento del número de clientes. También en ocasiones las empresas bajan los precios, renunciando a mayores beneficios, para obtener un mayor número de clientes.

Objetivos cualitativos

No son cuantificables, y aunque son difíciles de medir, deben establecerse ciertos parámetros que ayuden a establecer una medida. Destacan:

  • Satisfacer lo mejor posible las necesidades de los clientes. Con ello la empresa consigue fidelidad de sus clientes y mantener sus ventas.
  • Imagen: para con ello mantener y captar nuevos clientes. Construir una buena imagen es un trabajo duro y largo, pero se puede perder fácilmente cometiendo un fallo.
  • Calidad: este objetivo no se limita a la calidad en la producción, sino a la calidad en todas las áreas de la empresa, la calidad total.
  • Satisfacción de los trabajadores y alcanzar un buen clima laboral. El concepto es tratar al trabajador como un “cliente interno”, ya que un trabajador contento rinde más.
  • Supervivencia en el mercado: para empresas que actúan en mercados muy difíciles, altamente competitivos, pueden plantearse este objetivo.
  • Objetivos sociales: como por ejemplo objetivos de respeto al medio ambiente mantener un nivel de vida de los trabajadores, desarrollo de una zona, etc.

Las áreas funcionales de la empresa

Normalmente las empresas cuentan con diversos departamentos que se dedica cada uno a realizar unas actividades en las que están especializados. Dichos departamentos tienen sus propios objetivos operativos, los cuales contribuirán a obtener los objetivos estratégicos de las empresas. Dichos departamentos constituyen lo que llamamos las áreas funcionales de la empresa. Las principales son las siguientes:

  • Área de producción: encargada del aprovisionamiento de las materias primas y la función de transformación para obtener los bienes y servicios en la empresa. Obviamente tiene que estar en contacto con otras áreas, como la comercial que indicará los gustos de los consumidores, y la financiera que establecerá los recursos económicos con los que se cuenta.
  • Área comercial y de marketing: encargada de la venta de los bienes y servicios producidos por la empresa. Por un lado, se encarga de investigar y conocer los gustos de los consumidores a través de estudios de mercado. Por otro lado, se encarga de dar a conocer el producto a través de publicidad, promociones etc.
  • Área financiera: encargada de las actividades de financiación e inversión, es decir, la obtención de recursos financieros y su utilización. Todas las empresas necesitan financiación, es decir una serie de recursos económicos para poder llevar a cabo la actividad. El área de financiación se encarga de estudiar de dónde se puede obtener todo el dinero y la manera en la que se devolverá en las mejores condiciones para la empresa. Por otro lado, el área de inversión, se encarga de aprobar en qué se va a invertir todo ese dinero que se ha obtenido. Por ejemplo, el área comercial querrá dinero para hacer una campaña de publicidad, el área de producción querrá mejores máquinas y el área de recursos humanos más trabajadores. Por tanto el área de inversión es responsable de establecer que puede hacer cada departamento.
  • Área de recursos humanos: encargada de la gestión del personal. Debe contratar a los trabajadores, llevar a cabo toda la formación y la gestión de documentos (nóminas, contratos etc.). Obviamente, debe estar en contacto con todas las demás áreas, para conocer las necesidades de los demás departamentos.
  • Área de administración: encargada de la gestión y dirección de la empresa. Realiza todas las actividades para coordinar el resto de áreas funcionales y dirigir la empresa para el logro de los objetivos empresariales.

El entorno de la empresa

El entorno es todo aquello que es ajeno a la estructura organizativa de la empresa pero que influye, y es influido por ella. El entorno en el que actúan las empresas tiene una serie de características:

  • Es un entorno complejo, donde se requiere mucha información para tomar decisiones y actuar de la forma adecuada.
  • Es un entorno dinámico, ya que en él se producen cambios de forma frecuente, y está en continua evolución. Esto requiere rápidas respuestas por parte de las empresas y, por tanto, un alto grado de flexibilidad. Un ejemplo de esto es el mundo de la moda o de las tecnologías de la información y la comunicación.
  • El entorno de la empresa puede resultarle favorable u hostil, en función del grado de competencia que existe en él. Los entornos de las empresas son cada vez más hostiles, encontrando pocos casos de mercados en los que la existencia de la competencia sea poca. Existe una gran variedad de elementos muy heterogéneos que pueden influir y ser influidos por la empresa. En función de la forma en la que estos afectan, podemos distinguir dos tipos de elementos, que conforman los dos tipos de entorno que rodean a la empresa:

Entorno genérico

Constituido por aquellos elementos que afectan por igual a todas las empresas de un mismo espacio geográfico. Los elementos de este entorno pueden ser de naturaleza económica, política, jurídica, demográfica, sociocultural y tecnológica.

*Entorno económico: la situación económica de un país, los tipos de interés, las tasas de paro, etc. afectan a las empresas situadas en él. *Entorno político y legal: las políticas económicas que se adoptan en un país afectan a las empresas que se sitúan en él, por ejemplo, en materia fiscal. Así mismo el marco jurídico existente, por ejemplo, en materia laboral, de contaminación, etc. también influye en las empresas de ese país. *Entorno sociocultural: hace referencia a factores de la población como el nivel de educación, el estilo de vida, los hábitos de consumo, costumbres sociales, culturales, etc. *Entorno tecnológico: la infraestructura tecnológica existente, su disponibilidad, su constante evolución afecta de forma muy directa a todas las empresas. *Entorno ecológico o medioambiental: la consideración medioambiental se ha introducido en las agendas políticas nacionales e internacionales. El objetivo es alcanzar un desarrollo sostenible. 

ENTORNO ESPECÍFICO
Es el entorno más cercano, aquel que sólo afecta a una empresa o a un tipo de empresa en concreto. Los elementos más típicos de este entorno son: *Clientes: el número de clientes y sus características (como su tamaño) influyen en la empresa de forma muy directa. Esto determina, entre otras cosas, el poder de negociación de los clientes frente a la empresa. Así, un gran cliente, cuyas ventas supongan un porcentaje importante sobre las ventas de la empresa, tendrá un alto poder a la hora de negociar con la empresa aspectos como el precio, plazos y formas de entrega, etc. *Proveedores: entre ellos y la empresa existe la misma relación que con los clientes, pero a la inversa. Téngase en cuenta que la empresa es cliente de su proveedor. Un factor que aumenta el poder de negociación de estos con respecto a la empresa es la ausencia de productos sustitutivos. *Competidores: las acciones llevadas a cabo influyen de manera muy directa en las empresas del sector. Esto es más evidente en sectores donde la competencia es fuerte y agresiva. Por ejemplo, en el sector de los operadores móviles, las acciones comerciales de una de ellas son rápidamente seguidas por el resto, lanzando a su vez campañas similares. *Intermediarios: el uso de intermediarios por parte de las empresas para hacer llegar sus productos al consumidor final suele ser habitual. En algunos casos las empresas dependen de estos intermediarios, que a veces suponen un largo canal y que influyen enormemente en los ingresos de las empresas. Un ejemplo es el sector agrícola, cuyos productores reciben unos precios en muchos casos hasta diez veces inferiores a los precios finales del mercado. En el estudio del entrono específico se suele utilizar el análisis de las fuerzas competitivas de Porter. Según Porter, existen 5 fuerzas que determinan el grado de competencia existente en un sector:
1. Amenaza de nuevos competidores
2. Amenaza de productos sustitutivos.
3. El poder de negociación de proveedores.
4. El poder de negociación de clientes.
5. El grado de rivalidad de los competidores actuales.


ANÁLISIS DAFO
El análisis DAFO consiste en realizar un análisis interno y externo que nos permite conocer las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de la empresa. Para este análisis DAFO tenemos que llevar a cabo un doble análisis externo e interno.

*El análisis externo, consiste en analizar todos los factores del entorno general que pueden afectar a la empresa (factores políticos, económicos, sociales y tecnológicos), conocido como análisis PEST. Asimismo, debemos analizar los factores del entorno especifico, que incluyen análisis de clientes, la competencia y los proveedores. Para ello podemos usar las fuerzas competitivas de Porter. Este análisis nos debe dar las oportunidades y amenazas de la empresa. *Las oportunidades son factores positivos del entorno que pueden beneficiar a nuestra empresa y darle una ventaja competitiva. *Las amenazas serán factores negativos del exterior que pueden poner a la empresa en desventaja competitiva.

*El análisis interno, consiste en analizar la propia empresa, como sus recursos humanos, imagen etc. para ver aquellos puntos donde puedo tener ventajas con la competencia. El análisis nos debe dar las fortalezas y debilidades de la empresa. *Las fortalezas son rasgos propios de la empresa que le hacen tener ventaja con la competencia. Por ejemplo, las posibilidades de amplios aparcamientos puede ser una ventaja para supermercados como Carrefour. *Las debilidades son rasgos de la empresa que le hacen tener desventaja. La lejanía de los Carrefour puede ser una desventaja respecto a otros como Día.

Una vez realizado el análisis DAFO la empresa debe intentar explotar sus puntos fuertes y sus oportunidades y ocultar sus puntos débiles y sus amenazas. Para ello deberá elaborar su estrategia competitiva.


ESTRATEGIAS COMPETITIVAS
Los clientes tienen muchas opciones a la hora de comprar un producto, por lo que las empresas buscan aspectos en los que puedan ser superiores a otras para que los clientes se decanten por ellas. Es decir, buscan ventajas competitivas.

Una ventaja competitiva es una característica o recurso con el que cuenta la empresa que le permite tener mejores resultados que sus competidores.

Para poder desarrollar una ventaja competitiva, las empresas pueden desarrollar alguna de las siguientes tres estrategias competitivas:

1. Liderazgo en costes: una empresa puede conseguir ventaja cuando es capaz de producir a precios más baratos que sus competidores. De esta manera, puede bajar los precios y aumentar sus ventas. Un ejemplo claro de empresas con esta estrategia son Ikea o Decathon.

2. Diferenciación. Una empresa puede conseguir ventaja si su producto es percibido como único por los consumidores. Esto hace que los clientes estén dispuestos a pagar más con lo que la empresa gana más beneficios. Un ejemplo de productos muy diferenciados son las motos Harley-Davidson o la marca Apple.

3. Segmentación. Una empresa puede conseguir ventaja si se centra en un grupo más pequeño de consumidores (un segmento) y les ofrece un producto específico que se ajuste a sus necesidades. Una vez elegido dicho segmento, la empresa puede llevar a cabo una estrategia de liderazgo en costes o de diferenciación sobre dicho grupo. Por ejemplo, Aquarius se ha especializado en ofrecer una bebida para deportistas. Una vez elegido el segmento llevan una estrategia de diferenciación (mucha gente lo considera mejor que otras bebidas de este tipo) por lo que puede cobrar un precio mayor.

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